La Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos (hoy Dicasterio) publicó en mayo de 2000 un Decreto por el que dispone que el Segundo Domingo de Pascua se exalte la misericordia divina.
«La misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre (Papa Francisco, Misericordia et misera, 1).
Hoja Dominical «Día del Señor»
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