El 9 de noviembre es un acontecimiento litúrgico de gran significado para la Iglesia católica porque celebra la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de san Juan de Letrán, como la catedral del Papa y la «Madre y cabeza de todas las Iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra» (Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput). Esta Basílica representa la unidad de la Iglesia universal bajo la guía del Obispo de Roma. Más allá de ser un símbolo arquitectónico, la celebración invita a los fieles a reflexionar sobre su papel como templos vivos del Espíritu Santo y a fortalecer su compromiso con la misión evangelizadora de la Iglesia en todo el mundo.
Simbolismo de la Fiesta.
- Universalidad de la Iglesia: La Fiesta subraya la comunión eclesial. La Basílica del Papa, el sucesor de Pedro, une espiritualmente a todas las Diócesis del mundo con Roma, simbolizando la unidad de la Iglesia en la fe y en la caridad.
- Casa espiritual de los fieles: No solo se honra un edificio, sino el misterio de la Iglesia como templo espiritual, construido por piedras vivas, que son los creyentes.
Relevancia histórica y espiritual
- Centro del cristianismo primitivo: Durante siglos, San Juan de Letrán fue el lugar donde los Papas residían y ejercían su ministerio petrino.
- La identidad cristiana: La Fiesta nos recuerda que la identidad cristiana no está limitada a un lugar o una tradición, sino que es universal y dinámica, abarcando a todos los bautizados en todo tiempo y lugar.
- La Iglesia no es simplemente un espacio físico; es el templo espiritual formado por las piedras vivas, que son los creyentes (1 Pe 2,5). Al celebrar esta Dedicación, los fieles recuerdan su propia consagración como Templos del Espíritu Santo, uniendo sus vidas a la misión de la Iglesia.
4ta. página Hoja Dominical «Día del Señor»
Fotos: https://www.enroma.com/