La Hora del Planeta, que se celebra el 23 de marzo, es un evento mundial que busca concienciar sobre el cambio climático y promover acciones para combatirlo, invitando a individuos, comunidades, empresas y gobiernos a apagar las luces durante una hora como símbolo de compromiso con el planeta. Desde la perspectiva del Papa Francisco y para la Iglesia Católica, este evento cobra una importancia particular al resonar profundamente con los llamados a la acción ecológica y el cuidado de la “casa común” expresados en la encíclica «Laudato Si'».
La Hora del Planeta simboliza la acción colectiva y la solidaridad global necesarias para enfrentar el cambio climático, valores que están en el corazón de la enseñanza católica sobre la ecología. Participar en este evento es una manera concreta en que la Iglesia y sus fieles pueden vivir el llamado a ser guardianes de la creación, promoviendo un cambio hacia estilos de vida más sostenibles y el respeto por el medio ambiente. Además, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre nuestro estilo de vida y su impacto en el planeta, fomentando un compromiso más profundo con la acción ecológica en el día a día.
La Hora del Planeta no es solo un acto simbólico, sino una expresión de la urgencia y la seriedad con que deben tomarse los problemas ambientales. Es una invitación a la conversión ecológica, a reconocer nuestra dependencia del mundo natural y a asumir nuestra responsabilidad compartida en su cuidado y protección, para asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
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