Santa Beatriz de Silva nace de una familia noble y de hondas raíces cristianas, en la villa portuguesa de Campo Mayor, por el año 1437, hija de Rui Gómes da Silva y Dª Isabel de Meneses.
Muy joven, Beatriz, fue elegida para dama de la Infanta Dña. Isabel de Portugal, que iba a contraer matrimonio con el rey D. Juan II de Castilla. Por estar dotada de extraordinaria hermosura, en la corte fue motivo de rivalidades entre los cortesanos y víctima de celos por parte de la reina, que atentó contra su vida encerrándola en un cofre. En medio de su aflicción, se le aparece la Santísima Virgen vestida de blanco y azul, pidiéndole la fundación de una Orden a honra de su Concepción Inmaculada, misterio muy discutido en la época. Abandonando la Corte, se retiró al convento de Sto. Domingo el Real, en la ciudad de Toledo, donde vivió durante treinta años como seglar, con el rostro cubierto con un velo, ejercitándose en la oración asidua, en la humildad, la caridad y la penitencia.
En 1484, la reina Isabel la Católica, cede a Sta. Beatriz los Palacios de Galiana, donde se encontraba la capilla de Santa Fe, lugar al que se traslada con doce compañeras, comenzando a vivir el nuevo género de vida monástica dedicada a la honra de María Inmaculada. En 1489 el Papa Inocencio VIII aprueba la nueva Orden a través de la Bula Inter Universa.
En medio de la alegría por la aprobación de la Orden y los gozosos acontecimientos acaecidos, estando en ferviente oración, se le apareció la Virgen María, la cual le dijo: “Hija, de hoy en quince días has de ir conmigo, que no es mi voluntad goces acá en la tierra de esto que deseas”. Cae enferma y, después de profesar los votos en la Orden de la Inmaculada Concepción, al tiempo de darle la unción, le vieron en la frente una estrella de oro, y su rostro resplandeciente como la luna cuando más luce. Corría el año 1491 cuando quiso nuestro Señor enviar por ella, y así, se fue a ser cubierta en los cielos de la incorruptible vestidura de gloria.
La Orden de la Inmaculada Concepción recibe Regla propia el 17 de septiembre de 1511, con lo que se ve culminado el proceso fundacional. La Orden fundada por Sta. Beatriz crece y se expande a través del tiempo y la geografía hasta nuestros días.
El fin de esta Orden es la contemplación, servicio y celebración del misterio de María en su Concepción Inmaculada. La hermana concepcionista se compromete a vivir las actitudes de María y se entrega como hostia viva en cuerpo y alma por la Iglesia y sus sacerdotes, al tiempo que presentan a Cristo las necesidades de toda la humanidad.
Sta. Beatriz de Silva fue canonizada el 3 de octubre de 1976 por el Papa Pablo VI. Sus resto se veneran en la Capilla Sepulcro de la Casa Madre de la Orden en Toledo (España) y su fiesta se celebra el 17 de agosto.
Oración a Santa Beatriz
Señor, que concediste a
Santa Beatriz de Silva
un gran amor a la Madre de tu Hijo,
te pedimos que, a ejemplo suyo,
imitemos las virtudes de la Virgen
y seamos introducidos por Ella
en las moradas eternas.
Por Jesucristo,
tu Hijo, Nuestro Señor.
Amén.
con Información de: parroquiasantabeatrizdesilva-toledo.es