Santuario de Chaguaya se encuentra ubicado en la Primera sección de la Provincia Arce, aproximadamente a 65 Km. de la ciudad de Tarija, y es administrado por Sacerdotes diocesanos. Y cada año entre el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, y el 15 de septiembre miles de devotos llegan a los pies de la virgen reafirmando su ser de discípulos misioneros de Jesucristo.
La leyenda
María, la misionera por excelencia, buscó nuevamente un lugar y personas humildes del campo para iniciar una nueva misión que hoy perdura a través del tiempo.
Cuentan nuestros abuelos que en cierto tiempo en que la sequía amenazaba con matar todas los sembradíos y animales de la localidad de Chaguaya, una pareja de pastores que retornaba de su faena en horas de la noche divisó a lo lejos una luz, curiosos ambos pastores se acercaron a aquel lugar y encontraron la imagen de la virgen apoyada en un árbol de molle.
Inmediatamente se postraron ante la imagen para rezar y sorprendidos al levantar la vista no encontraron nada. Al día siguiente, intrigados por lo que pasó noche antes, volvieron al mismo lugar y encontraron la imagen de la Virgen en el mismo lugar.
Emocionados cargaron la imagen y la llevaron al pueblo para que toda la comunidad la pudiera ver y venerar. Pero grande fue su sorpresa, cuando después de llamar a todos nuevamente la imagen había desaparecido. Esta vez todos juntos caminaron hasta aquel árbol de molle y la encontraron allá.
Los pobladores de Chaguaya comprendieron que éste era el lugar donde la Madre de Dios quería iniciar un camino misionero y le construyeron con materiales del lugar una pequeña capilla. Todo esto ocurrió el año 1750.
La Virgen
La dinámica misionera de la Virgen de Chaguaya y la afluencia de la gente a este santuario ha exigido, por razones de seguridad y de evangelización, hacer varias réplicas de la imagen con diferentes fines:
La virgen “La Patrona”, la que recibe a todos los peregrinos que llegan al santuario, la que se le apareció a la pareja de pastores, se encuentra entronizada en el altar mayor del Santuario, mide 73 cm. de alto y está moldeada en madera, revestida con lienzo engomado y terminada en yeso.
La Virgen “Personera”, visitó la ciudad de Tarija por cuatro veces en la historia. 1917 con motivo de retocarle y fotografiarla. 1982 en el año mariano. 1988, con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II. 1996, con motivo de venir a visitar a todas las personas,que por uno u otro motivo no le pueden visitar en su santuario.
La virgen “La Pisadora”, es la que bendice a todo los peregrinos que llegan al santuario, su origen data de 1780 en la primera réplica que
se hizo. El rito de la pisada, se basa en poner los pies de la Virgen en la cabeza del peregrino, “Este rito nace como testimonio de fe cristiana, porque es la más sublime consagración de fe cristiana que profesan los devotos. La pisada es un contacto muy particular entre la imagen y el peregrino…”.(Fierro 1991:61)
La virgen “La Personera”, es la que acompaña a los peregrinos en las diferentes procesiones a lo largo del año. La virgen “Capilla de velas”
que ilumina y escucha y la “del Calvario”, que acompaña en el sufrimiento y el dolor de los peregrinos camino al encuentro de Jesucristo.
El Templo
El Santuario de Chaguaya tuvo a lo largo de su historia tres edificaciones, el actual templo, (el tercero), fue iniciado por Mons. Juan Nicolai,
el 15 de mayo de 1953 y concluyó el año 1968, está construido con piedra labraba, tiene un estilo románico – renacentista, cuenta con un
valiosísimo altar de mármol de carrara de 4 metros de largo y 2 metros de alto. Delante del templo tiene una amplia explanada, corredores a los costados y 20 arcos de piedra.
Los pasos de los peregrinos
Quizá uno de los más importantes testimonios de fe que la población de Tarija muestra cada año al mundo entero, es la peregrinación al santuario de la Virgen de Chaguaya. Miles de peregrinos durante un mes llegan a los pies de la mamita “chapaca” para pedirle consuelo, en sus problemas, protección, salud y que no les falte el pan de cada día.
La peregrinación, por lo general, parte de las puertas de la catedral tarijeña, caminan 54 Km. por la ya conocida “ruta del peregrino”, en el santuario participan de la Eucaristía para luego al final de la celebración cumplir con el rito de la “pisada de la virgen”. Enseguida con el cuerpo y el espíritu purificado prenden velas a la virgen como agradecimiento y testimonio de su fe.
Pero la peregrinación no concluye ahí, el rezo del Santo Rosario que por lo general se hace en familia y en muchos casos lo hacen aquellas personas que padecen de alguna enfermedad marca el camino hacia el calvario.
La peregrinación concluye oficialmente con una buena costumbre tarijeña, alimentando el cuerpo como una forma de cargar las energías para el retorno a sus hogares. Las “chirriadas” se han convertido en algo típico de la fiesta de chaguaya, (tortillas hechas a base de maíz), los jugos de caña y el famoso refresco “la aloja de maní”.
Artículo publicado en la Revista Bolivia Misionera N°4