“Gloria a Dios en el cielo y en la tierra Paz a todos los hombres de buena voluntad” (Lc 2,14)
La Asociación Ecuménica Internacional Región Latinoamérica (IEF por sus siglas en inglés) celebró una oración ecuménica navideña el 14 de diciembre con el lema “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a todos los hombres de buena voluntad”.
Juntos recordaron que la Navidad es una fiesta cristiana que une a todas las iglesias, deseando que el Niño que nace, en quien reposa la soberanía y que tiene por nombres “Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz” (Isaías 9,5) haga crecer en la fe a todas las iglesias.
El nacimiento de Jesús, “Príncipe de la paz” recuerda que la tarea de todo cristiano en el mundo es construir puentes de encuentro, lazos de amistad, recrear espacios donde la paz crezca, “el derecho corra como el agua, y la justicia como un torrente inagotable” (Amós 5,24).
La celebración fue una invitación para redescubrir, a través del Niño que nace en un pesebre, la sorpresa y el asombro de la pequeñez, a Dios que se hace pequeño, que no nace en el esplendor de las apariencias, sino en la pobreza de un establo. Para encontrarse con Él, es necesario rebajarse, hacerse pequeño, dejar toda la vanidad; las mismas actitudes valen para acercarse al hermano.
Juntos pidieron por la paz en el mundo, por la unidad de las iglesias, de la sociedad y de la humanidad y para que el camino ecuménico latinoamericano siga dando frutos para extender el Reino de Dios.
“Nos encontramos en un kairos ecuménico [..] reafirmar que lo que nos une es más grande que lo que nos divide.
De hecho, tenemos en común ‘un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
un Dios único y Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos’ (Ef 4,5-66)”.