Evangelio según san Mateo 21,33 -46
La viña somos cada uno de nosotros, hemos recibido muchos dones de parte de Dios con tanto amor y gracia, y en ocasiones no respondemos a los cuidados del Viñador celestial. Quizá aún no hemos dado frutos buenos, sino sólo uvas amargas. Debido a que centramos nuestra vida en cosas pasajeras, vivimos para nosotros, buscamos nuestros intereses individuales. No desarrollamos nuestros dones, subestimamos nuestras capacidades, sin importar cuán valioso es nuestro aporte en la expansión del Reino de Dios.
Cristo está esperando que también nosotros «le demos los frutos a su tiempo».
¿Qué frutos has dado a Dios hasta el día de hoy en tu vida?
¿Eres tú uno de esos viñadores homicidas que rechazan a Cristo con su rebeldía, incredulidad o indiferencia?
Hoja Dominical «Día del Señor»
Domingo 27 durante el Año