El reciente Magisterio sobre el diálogo interreligioso
El documento “Diálogo en verdad y caridad: Orientaciones pastorales para el diálogo interreligioso” tiene como objetivo brindar orientaciones a los pastores y a todos los fieles que viven y trabajan con personas de otras religiones. En esta serie de artículo se expondrá el contenido del documento paso a paso.
El primer capítulo del documento explica el camino de la Iglesia en cuanto al diálogo interreligioso. En principio expone el reciente Magisterio sobre el diálogo interreligioso. Se debe tomar en cuenta que el documento salió a la luz el año 2014 y si bien el Dicasterio no emitió otros documentos específicos, el magisterio del Papa Francisco sí abunda sobre el diálogo interreligioso.
El diálogo interreligioso recibe un fuerte impulso en el Concilio Vaticano II sobre todo en los documentos Lumen Gentium (1, 13, 16, 17, 48), Gaudium et Spes (22, 42, 45, 57-58, 73, 76, 92), Ad gentes (3, 7-11, 13, 15-16, 18, 21-22, 34, 38, 40-41) y Nostra Aetate y Dignitatis humanae (2-4). En el Catecismo de la Iglesia Católica (839-856) se resume los diferentes niveles de relación entre el cristianismo y otras religiones y sobre la comprensión de la salvación en Cristo dentro y fuera de los limites visibles de la Iglesia.
En 1964, el Papa San Paulo establece el Secretariado para los No Cristianos, que en 1988 se llama Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso para promover el diálogo con personas de otras religiones. Hoy es el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso.
La exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, define las religiones como “la expresión viva del alma de vastos grupos humanos que llevan en sí el eco de milenios de búsqueda de Dios” (53).
Encuentro del Papa san Paulo VI y el Patriarca de Constantinopla Atenágoras I, 15 de enero de 1965.
En la Encíclica Ecclesiam Suam, de San Paulo VI en 1988, se subraya que el diálogo es la principal tarea de nuestro tiempo y que “la iglesia debe entrar en diálogo con el mundo en el que vive. La Iglesia se convierte en palabra, la Iglesia se convierte en mensaje, la Iglesia se convierte en conversación” (67).