Rincón litúrgico n°6: EL AÑO LITÚRGICO CRISTIANO
Las fiestas judías (leer el tema 5) tienen un sentido de salvación: son celebraciones de las intervenciones de Dios (Yahvéh) en la historia. En cambio, el Año Litúrgico cristiano se apoya en la Historia de Salvación protagonizada por Jesucristo. Él es el EJE, el CENTRO desde donde se irradia, y donde todo confluye (Ef 1,3-14; 4,13). El Año Litúrgico cristiano tiene, entre otras, estas notas:
- Contempla la historia terrena de Jesús a la luz del gran acontecimiento de su Pascua (Encarnación, Vida, Pasión, Muerte, Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Retorno glorioso o Parusía).
- En su Pascua se realiza totalmente el Plan de salvación de Dios Padre (Ef 2,14-18).
- Cristo resucitado nos libera de la “mala suerte,” del “destino,” de la “predestinación,” de la “reencarnación,” de “dar culto a la naturaleza…” Cristo es el Principio y el Fin de la historia, es el Alfa (primera letra del alfabeto griego) y es la Omega (última letra del alfabeto griego) (Ap 1,17-18; 2,8; 22,13; Heb 7,25).
El Año Litúrgico Cristiano se desarrolla en torno a:
- a) Acontecimiento de la Encarnación: El Hijo de Dios se hace hombre en el seno virginal de María Santísima por acción del Espíritu Santo (Adviento/Navidad).
- b) Acontecimiento de nuestra Redención: Jesús, el Hijo de Dios, nos ofrece la salvación, nos regala todas las gracias para poder vivir individual y colectivamente la dignidad de hijos de Dios (Cuaresma-Pascua).
- c) Aprendizaje, vivencia, compromiso de discípulo-misionero: Jesucristo nos llama a compartir su Misión del Reino, nos incorpora en el Pueblo de la Nueva Alianza (Iglesia), nos alimenta, nos acompaña y coloca en nuestras manos la gran tarea de la evangelización (Tiempo durante el año).
El Año Litúrgico Cristiano comienza el Primer domingo de Adviento y concluye con la Solemnidad de Cristo Rey.
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