Rincón litúrgico n° 30’

Rincón litúrgico n° 30 A: ‘EL BAUTISMO DE JESÚS’

Un buen número de hermanos nos han hecho esta pregunta: ¿Jesús fue bautizado? ¿Cómo entender su bautismo si Él es el Hijo de Dios y fuente de los Sacramentos de la Iglesia? Aquí van nuestras respuestas:

La palabra ‘bautismo’

En lengua griega se dice báptisma, derivada del verbo baptizeim, de baptein que significa ‘sumergirse’, lavar’, ‘purificarse’. El bautismo indica de forma simbólica una purificación que se da por medio del agua y está a menudo presente en el Antiguo Testamento (2Re 5,14; Lev 6,27-28; 8,6; Lev capítulos 11; 13; 14; 15; 16; 17; 22,1-6; Num 8,7-21 etc.). El verbo se emplea para denotar la purificación ceremonial de los judíos antes de comer y antes de otras acciones. El bautismo de los prosélitos (paganos que se convierten a la religión judía) pasaba por un baño de inmersión que los limpiaba ritualmente de su vida pasada. Todo prosélito debía someterse al triple rito: de la circuncisión, el bautismo-inmersión y una ofrenda quemada (Num 15,14-16).

El Bautismo de Juan

Es totalmente distinto de las abluciones judías y del ‘bautismo’ de los prosélitos. Juan ejerce el rito de la inmersión, del sumergirse en el agua (baptizeiem), se dirige  a las multitudes (judíos y no judíos) que acudían necesitadas de conversión. Tenía lugar en el río Jordán (Mc 1,4-5). Se trataba de un bautismo escatológico (últimos tiempos), con él proclamaba que estaban a punto de llegar los últimos tiempos y el juicio venidero. Por esto, los Evangelios mencionan una y otra vez como bautismo de arrepentimiento o de conversión (Mc 1,4; Lc 3,3; Hech 13,24; 19,4).

Exigía confesión de pecados (Mt 3,6) y frutos de conversión (Mt 3,8; Lc 3,8). Anuncia el Reino de los cielos que viene ya y a ‘alguien que es más fuerte  que él (Mt 3,11), quien bautizará en el Espíritu Santo y Fuego.

El Bautismo de Jesús

Jesús fue bautizado por Juan, aunque al principio Juan no quería hacerlo (Mt 3,14) pues lo identifica y  reconoce como Aquél que bautiza en el Espíritu y el Fuego. Con este rito, Jesús  inaugura el tiempo de la Alianza en el Espíritu. Jesús no se bautiza fingiendo que es pecador, si no reconociendo que el don otorgado a Israel es pura gratuidad por parte de Dios, que aun siendo Hijo, no tiene ningún derecho, que todo le ha sido dado por puro amor y gracia del Padre.’ Así se somete Él mismo a este rito de la Alianza que, por sus resonancias, significa inmersión y muerte, así como resurgimiento y vida. De esta manera cumple toda justicia (Mt 3,15). Su Bautismo es la ocasión de su ungimiento por el Espíritu Santo para su ministerio público. Lleno del Espíritu Santo y ungido como ‘Hijo-Siervo de Dios’, Jesús puede proclamar la Buena Nueva de la salvación al pueblo y restablecer la soberanía de Dios (Mc 1,14-15.21-28; Lc 4,16-19; 7,17-23).

“El cielo se abrió” indica un nuevo tiempo de una comunicación profética interrumpida desde hacía varios siglos (Lc 3,21-22). En el Bautismo de Jesús desaparece la separación entre Cielo y Tierra, desaparece toda separación entre Dios y la humanidad…El tiempo nuevo, el tiempo de la salvación comienza con Jesús pasando el rito de la inmersión en las aguas del río Jordán. Las diferencias entre el Bautismo de Juan y el Bautismo de Jesús son profundas y decisivas.

 

En el próximo tema estudiaremos el Bautismo en la época de los Apóstoles.