Rincón Litúrgico n° 22

Rincón Litúrgico n° 22: CELEBRACIÓN COMUNITARIA EN CONMEMORACIÓN DE NUESTROS DIFUNTOS

1: Preparamos: 1) La mesa/altar con panes, frutas, productos según costumbre de la familia; 2) Un Crucifijo; 3) La Biblia abierta; 4) La foto o retrato del Difunto/Difunta; flores, velas…5) Se designa a las personas responsables de presidir,  de animar los cantos y de la lectura de la Palabra de Dios. Esta celebración la puede presidir un familiar (varón/mujer) del Difunto/Difunta.

2: Iniciamos. El que preside comienza: Nos reunimos alrededor de Jesús Resucitado con quien ya está nuestro recordado Difunto/ Difunta (se dice el nombre). La Presencia del Señor y la de nuestro Difunto/Difunta (…) en esta celebración fortalece nuestra unión familiar. Unidos en la esperanza de la Resurrección comenzamos este encuentro de fe cristiana.

C: Oración (el que preside dice). Oremos: escucha en tu amor infinito, Padre bueno, nuestras súplicas ahora que imploramos tu misericordia por el alma de (…) a quien has llamado de este mundo a tu presencia; dígnate llevarlo/llevarla al lugar de la felicidad plena, y así merezca participar en la fiesta de la Asamblea de los Santos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

  1. Cantamos: Sugerimos: ‘Cristo nos da la libertad’ u otro que elija la familia del difunto.
  2. Proclamamos la Palabra de Dios; Jn 11,24-27 “Marta respondió a Jesús: ‘Sé que mi hermano resucitará en la resurrección del último día.’ Jesús le dijo: ‘Yo soy la resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.’ ¿Crees esto?’ Ella respondió: ‘Sí, Señor, creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo.”’

Reflexión breve: En este episodio, Marta, hermana de María, manifiesta a Jesús lo que los judíos enseñaban sobre la resurrección: “Sé que mi hermano Lázaro resucitará al final de los tiempos.” De pronto, Jesús le revela la gran novedad: “Yo  soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá.” ¿Cuál es la novedad? Que la resurrección es un hecho presente, un regalo de Dios. Por tanto, la muerte no es el fin. La meta de la vida, es estar con el Señor Resucitado gozando de la vida verdadera en la que la muerte no existe. Nuestro familiar (…) ya goza de esta dicha, de esta felicidad. (En este momento podemos recordar, espontáneamente, algunos hechos de vida de nuestro Difunto/Difunta. Su ejemplo vale muchísimo para nosotros).

  1. Oramos.

El que preside dice: Oremos a Dios Padre todopoderoso, que resucitó a su Hijo Jesucristo del sepulcro, premie con la corona de la vida a nuestro difunto (…). A cada petición respondemos: Por Cristo resucitado, óyenos.

  • Oremos por nuestro Difunto/Difunta (…): Que Dios nuestro Padre le acoja en el cielo. Oremos.
  • Oremos por nuestros familiares difuntos (…): Que Dios nuestro Padre les premie con la corona de la gloria. Oremos.
  • Oremos por nuestras familias: Que Dios nuestro Padre nos llene de bendiciones y nos haga discípulos-misioneros de su Hijo en medio de nuestras actividades diarias. Oremos.
  • Oremos por todos nosotros reunidos para orar por nuestro Difunto/Difunta (…): Que Dios Padre nos cuide, fortalezca nuestra fe, nos mantenga unidos y fieles a nuestra Iglesia. Oremos.

El que preside: Padre bueno, escucha nuestras plegarias y concédenos lo que te hemos presentado con fe. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

6: Expresamos nuestra unidad.

El que preside dice: Llenos de confianza, con nuestro Difunto/Difunta (…) presente entre nosotros, proclamemos la oración de Jesús, Vencedor de la Muerte y Hermano nuestro, nos ha enseñado: Padrenuestro. Luego de orar a nuestro Padre, nos damos el abrazo de hermandad.

7: Cantamos: Para concluir, vendría muy bien entonar una canción a María Santísima, Nuestra Madre. Ella nos acompaña y nos espera en el cielo para acogernos con amor de Madre. Podemos cantar: “Dios te salve María”

Terminada nuestra reunión en la fe, continuemos compartiendo  nuestras tradiciones religiosas, evitando dar mal testimonio de la fe cristiana que profesamos.

Hermana, Hermano: NO dejes que “predicadores” de otros grupos perturben tu vivencia religiosa sobre lo bueno que es orar por nuestros Difuntos. La fiesta de los Difuntos tiene sólidos fundamentos en la Biblia.