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MI LA MI
Todos juntos vamos cantando al Señor
SI7 MI
y a su altar llegamos con cantos de amor.
SI7 MI
Todos juntos vamos cantando al Señor.
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LA MI
Todas nuestras penas quedan lejos
SI7 MI
y nosotros junto al Señor;
LA MI
por eso cantamos gozos nuevos
SI7 MI
y ofrecemos a nuestro Dios.
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Como van los ríos presurosos
todos a juntarse en el mar,
así los cristianos correremos
todos juntos ante el altar.
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Comentario pastoral: Esta canción invita a la comunidad cristiana celebrar la presencia de Dios con gozo y unidad, reflejando el dinamismo de la vida litúrgica. Desde una perspectiva pastoral, se resalta el poder transformador de la cercanía con el Señor, quien aleja las penas y renueva el espíritu del pueblo creyente. Este acto de alabanza y encuentro con Dios recuerda la esencia de la Eucaristía como acción de gracias y celebración comunitaria, donde los fieles se congregan para ofrecer sus vidas y alegrías al Creador, como el Salmo 96 (95) nos invita a cantar, proclamar, anunciar al Señor; en esta línea, está el mensaje de esta canción, porque motiva a los fieles a acercarse al altar con gozo y cánticos de amor, a ello refuerza Hebreos 10,25 que nos anima a que todos juntos, nos animemos mutuamente unos a otros a congregarnos; lo cual, refuerza la idea de la unidad y comunión en la procesión hacia el altar, donde, como comunidad, ofrecemos nuestras penas y gozos al Señor.
Esta canción es muy apropiada para un canto procesional de inicio en la liturgia debido a su enfoque comunitario y festivo, donde el estribillo, «Todos juntos vamos cantando al Señor,» refleja la unidad del Pueblo de Dios, un tema esencial en la celebración eucarística. La imagen de los ríos que se juntan en el mar también evoca la convergencia de los fieles ante el altar, sugiriendo que todos los cristianos se dirigen hacia el mismo objetivo: encontrarse con Dios en la celebración. Como afirma el documento Orientaciones para el canto y la música en la liturgia, la finalidad del canto de entrada: “es abrir la celebración, fomentar la unión de quienes se han reunido y elevar sus pensamientos a la contemplación del misterio litúrgico” (n° 66); lo cual, este canto logra perfectamente invitar a toda la asamblea a participar activamente en el acto de alabanza, comentario realizado por E. Marcial Riveros Tito.
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