Carisma
Caminar hacia la Santidad identificándose con Cristo en el misterio de su Pobreza, con el ejemplo de María, la sierva humilde del Señor, bajo la guía de Santa Ana madre de la Inmaculada.
Año de fundación de la congregación en Bolivia
El 20 de enero del año 1879.
¿Cuántas hermanas tiene la congregación en Bolivia?
Contamos con la presencia de cuarenta y nueve hermanas en Bolivia.
¿Qué poblaciones acompaña la congregación?
Niñez, adolescencia, juventud, familias y personas de la tercera edad.
¿Cuáles son los apostolados más significativos que tienen?
Realizamos pastoral educativa en la ciudad de La Paz, en las Unidades Educativas «Rosa Gattorno» y «Santa Ana» en Obrajes y zona central respectivamente. Estamos motivadas siempre por el carisma y espiritualidad de las Hijas de Santa Ana, buscando la reflexión, el diálogo y la verdad en toda la comunidad. Promovemos en los estudiantes y docentes la construcción de un mundo más justo y solidario, a través del enriquecimiento de saberes y conocimientos partiendo desde la creatividad y el análisis para lograr una cultura de paz. En Tarija se cuenta con la Unidad Educativa «Santa Ana», con el fin de colaborar en la educación de los bolivianos para formar personas integras, frente a los diversos desafíos que se presentan en la sociedad actual y sean lideres humanísticas, solidarias y con un espíritu emprendedor.
Apoyamos en la pastoral juvenil vocacional de la Diócesis de Coroico donde se imparten retiros, talleres y charlas. Trabajamos con jóvenes de sexto de secundaria y universitarios, quienes participan alegres y muy entusiastas con la esperanza de encontrar un espacio de oración y encuentro con Dios. Dirigimos el Hospital General de los Yungas, donde se brinda un servicio y atención de calidad. El trato con los enfermos es cercano, se intenta evangelizar y acompañar espiritualmente al enfermo, igualmente acompañamos al personal médico y administrativo, con retiros, charlas y actualizaciones, promoviendo su desempeño laboral. El nosocomio es de segundo nivel y cuenta con los servicios de fisioterapia, laboratorio, urgencias, rayos X.
¿Podrían compartir algunas experiencias relevantes que marcaron la vida de la congregación?
Experimentamos un olvido total hacia el adulto mayor por parte de sus familiares. La realidad es que los hijos se hacen de familia, tienen que trabajar y dejan a sus progenitores solos y abandonados en los Yungas. Alguna vez los vienen a visitar, pero eso no cuenta como atención y cuidado. Los vecinos nos traen casos de abandono y extrema pobreza porque no tienen qué comer los abuelitos. Da pena que la propia familia se olvide de sus viejitos, sólo aparecen cuando ya murieron. Nosotras los acompañamos, los ayudamos con su salud y apoyamos con alimentación, los escuchamos y fortalecemos espiritualmente.
También tenemos el hospital ambulatorio, cada dos o tres meses salimos a los pueblos lejanos de difícil acceso para brindar un servicio solidario con aquellos enfermos que no pueden movilizarse. Les dotamos de medicamentos y alimentación y, en algunos casos, de ropa. Nos acompaña en esta misión un doctor de turno y una enfermera. Nos llena de satisfacción cuando nos esperan con alegría, pero a la vez nos parte el corazón al ver situaciones extremas de muerte.
La visita y acompañamiento a las familias nos da vida y nos permite conocer la realidad en la que viven. No es nada fácil, para nosotras, saber de estas historias de injusticia social.
Facebook: jusabolivia
Fuente: Presencia y Acción Misionera de la Vida Consagrada Femenida en Bolivia (1655-2023) Karina García Riveros