• La celebración del Corpus Christi se introdujo en el pueblo de Dios como efecto de la creciente importancia que la adoración a la Eucaristía iba teniendo en nuestra Iglesia. Esta adoración fue la respuesta a la herejia de Berengario (S. XI) que negó la Presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.
- Debido a esto las personas comenzaron a reafirmar su fe en el Santísimo Sacramento, realizando procesiones con alfombras de flores y aserrin por todas las ciudades, celebración que se realiza cada año en diversas partes del mundo.
- Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.
- Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
- En este día se afirma y se testimonia la Presencia real del Señor en el Sacramento de la Eucaristía.
- Ésta es una fiesta, que nos permite volver al centro y a la base de lo que es ser católico, que es tener muy presente el reconocimiento real del cuerpo y la sangre de Cristo.
- Jesús en un acto máximo de amor, se nos da como alimento: «Mi cuerpo es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida»
- Tanto la Eucaristía como el domingo tienen su origen y su sentido en lo que se denomina «Misterio Pascual, esto es, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
- Este acontecimiento, que constituye el fundamento de la vida cristiana, se hace presente en la Eucaristía, celebrada por los cristianos el mismo día de la resurrección: el domingo. Solo desde esta interrelación se puede comprender lo que ya aparece en el Nuevo Testamento, que después va recorriendo toda la historia de la Iglesia.
«La fiesta del Corpus Christi nos invita cada año a renovar nuestro asombro y la alegría ante este maravilloso don del Señor, que es la Eucaristía. Recibámoslo con gratitud, no de la manera pasiva, habitual, no tenemos que acostumbramos a la Eucaristía y comunicarnos con costumbres, tenemos que renovar verdaderamente nuestro «amén al Cuerpo de Cristo, cuando el sacerdote nos dice, el Cuerpo de Cristo, nosotros decimos «amén», nos tiene que venir del corazón, es Jesús que nos ha salvado, es Jesús que viene a darme la fuerza, es Jesús Vivo, pero no nos acostumbremos, cada vez como si fuera la Primera Comunión» (Papa Francisco, 23 de junio de 2019)
«Corpus Christi: la bendición de recibir en cuerpo y sangre a Cristo»
Preguntas de reflexión
¿A qué compromiso de fe cristiana me lleva recibir a Jesús en la Eucaristía? // ¿Qué relación hay entre la Eucaristía y la misión de difundir el mensaje del evangelio en la familia y en la sociedad? // ¿Creo realmente en la Presencia de Cristo resucitado en la Eucaristía y cómo lo demuestro?
4ta. Página Hoja Dominical «Día del Señor»
