El viernes 17 de mayo, en la Capilla Exaltación de la ciudad de La Paz, se celebró la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos en el tema “Señor, ayúdanos a ver las heridas y encontrar esperanza”.
La Congregación Hijas de la Iglesia recibió a la comunidad ecuménica para orar por las necesidades de nuestro país y la unidad de nuestras Iglesias. La celebración estuvo presidida por Mons. Luis Durán, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz y responsable de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Boliviana.
La comunidad oró en conjunto la confesión de amor inspirada en el capítulo trece de la Primera Carta a los Corintios.
Puedo hablar en los idiomas de las personas y los ángeles,
pero si me falta amor, soy simplemente un metal resonante, un platillo ruidoso.
Puedo tener el don de profecía, la comprensión de todo misterio y todo conocimiento;
Puedo tener la fe más plena, que mueve montañas; pero si me falta amor, no soy nada.
Puedo distribuir todos mis bienes a personas hambrientas,
incluso puedo entregar mi cuerpo a las llamas, pero si me falta amor, no gano nada.
El amor exige paciencia. El amor sirve. No se aleja. No es celoso.
No se jacta. No busca su propio interés. No es irritable. No guarda rencor.
El amor no celebra la injusticia, sino que encuentra su alegría en la verdad.
Excusa todo. Lo cree todo. Lo espera todo. Lo soporta todo.
El amor no tiene fin. ¿Profecías? Terminarán. ¿Lenguas? Llegarán a su fin.
¿Conocimiento? Pasará.
Fe, esperanza y amor continúan. El mayor de ellos es el amor.