
AMBIENTACIÓN
Colocamos fotos o recortes de periódicos de personas que estén en comunidad o reunión o en la misa dominical.
BIENVENIDA
Damos la bienvenida a este último encuentro haciendo la señal de la cruz e invocando al Espíritu Santo.
CANTO INICIAL

ORACIÓN
Señor, Tú que nos has llamado a ser hijos de la luz y del día,
ayúdanos a vivir siempre en la esperanza que nos da tu
salvación. Que, revestidos con el corazón de la fe y el amor,
y con el casco de la esperanza en la vida eterna,
permanecemos firmes en medio de las pruebas, animándonos
unos a otros y edificándonos en tu verdad. Que nunca nos
domine el temor ni la oscuridad, sino que, fortalecidos por tu
gracia, esperemos con gozo la plenitud de tu Reino. Amén.
PARTIMOS DE LA REALIDAD
Hermanos y hermanas en Cristo, la realidad que palpamos en nuestra amada Bolivia a menudo se siente como una noche oscura, donde la incertidumbre económica, las tensiones sociales y las dificultades políticas proyectan sombras sobre nuestro diario vivir.
La corrupción carcome la confianza, la injusticia clama al cielo, y la desesperanza puede insinuarse en los corazones. Sin embargo, San Pablo nos recuerda: nosotros no somos hijos de la noche ni de la oscuridad. Hemos sido iluminados por la luz de Cristo, somos hijos del
día. Por lo tanto, aunque a nuestro alrededor parezca prevalecer la confusión y la angustia, no debemos vivir como quienes no tienen esperanza.
Esto significa ser agentes activos de reconciliación, promotores de la dignidad humana y constructores de un futuro más justo y fraterno, confortándonos mutuamente y edificándonos los unos a los otros, siempre con la mirada puesta en la esperanza que no defrauda; la esperanza en Jesús, nuestro Señor.
PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los cristianos de Tesalónica 5, 1-11
“Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que aquel día los sorprenda como ladrón. Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día. No somos de la noche ni de las tinieblas. Así que no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Porque los
que duermen, de noche duermen; y los que se embriagan, de noche se embriagan.
Pero nosotros que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y el amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió
por nosotros, para que ya sea que velemos o que durmamos, vivamos juntamente con él.
Por tanto, anímense unos a otros y edifiquen a cada uno, así como lo están haciendo”.
PROFUNDIZANDO LA PALABRA
“Cristo nos da libertad, Cristo nos da la salvación, Cristo nos da la esperanza…”
Como bautizados no debemos dormir espiritualmente, estar despiertos y alertas, listos para enfrentar los desafíos de las ideologías y miserias que acechan nuestras familias. Somos hijos de la luz porque Él nos eligió para ser portadores de la esperanza. Unidos en el amor a Dios por medio de su Espíritu nos fortalecemos el uno con el otro.
Nuestra fe en Jesús, el Hijo de Dios que murió y resucitó por nosotros, es el ancla firme en medio de esta tormenta. Él es nuestra luz en la oscuridad y nuestra paz en la tribulación.
Comprendemos que esta esperanza no es una mera ilusión, sino una certeza fundamentada en la promesa de Dios.
Por eso, las palabras de Pablo nos alientan a mantenernos despiertos y sobrios, velando en oración y actuando con justicia y caridad en nuestra comunidad. No estamos destinados a laira, sino a la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Él murió por nosotros para
que, vivamos junto con Él.
PREGUNTAS:
- ¿En la comunidad somos luz o tinieblas?
- ¿Estamos despiertos espiritualmente o dormidos?
- ¿Tenemos puestas las armaduras de Dios: el amor y la esperanza?
ENSEÑANZA DE LA IGLESIA
La esperanza es el deseo de las cosas y la expectativa de su realización, por la ayuda particular de Dios. La esperanza es también la confianza en la acción de Dios en las circunstancias de la vida. CEC 1817.
Sobre la naturaleza de la Iglesia, se menciona la importancia de la esperanza como un elemento esencial para vivir en comunidad, indicando que todos los miembros deben trabajar juntos en la misión de Cristo. (LG 16).
Esta es, por tanto, la tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo
la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede
atrás? (Mensaje del Papa Francisco de Cuaresma 2025).
PLENARIA CELEBRATIVA
Oraciones espontáneas y Padre Nuestro.
EVALUACIÓN
Hagamos un breve repaso de lo que hemos reflexionado y vivido en este encuentro:
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención del tema que reflexionamos?
CANTO FINAL

COMPARTIR FINAL
Hagamos un breve repaso de lo que hemos reflexionado y vivido en este encuentro:
¿Qué aprendiste de nuestros encuentros?
¿Qué no te gustó de los mismos?
¿Qué sugieres para mejorar los encuentros del próximo año? Finalizamos nuestro encuentro compartiendo lo que se trabajó.
De esta forma concluye nuestros encuentros del mes de la Biblia.
«ALÉGRENSE EN LA ESPERANZA”
Continuamos nuestro tiempo de preparación y oración en este Mes de la Biblia
(RM 12,12)