DOMINGO FIESTA, SAGRADA FAMILIA
PRIMERA LECTURA: 1S 1,20-22.24-28. Samuel, para toda su vida, queda cedido al Señor.
La lectura nos coloca en el contexto de una profunda crisis del liderazgo en el pueblo de Israel: ¿Quién se hará cargo del pueblo amenazado por los enemigos? ¿Quién ofrecerá los sacrificios al Señor de una manera digna y honesta? En esta situación tenemos la historia de Ana, una mujer que vive su tragedia familiar con un dolor profundo por no poder tener hijos. Ana con el llanto acude al Señor, quien la bendice con un hijo, un líder futuro del pueblo. Del relato irradia cambio y transformación. Se subraya el rol de la mujer – madre, que se transforma de una mujer estéril en la fecunda portadora del cambio; y donde la desesperación y las lágrimas dan paso a la esperanza y al gozo. En Ana, la madre de Samuel y una madre de Israel, se pueden encontrar tantas mujeres valientes y llenas de fe, que en las situaciones familiares y sociales difíciles, comprenden que sus hijos son el don de Dios y los educan para servir a Dios y al pueblo con generosidad y desinterés.
SEGUNDA LECTURA: 1Jn 3,1-2.21-24. Nos llamamos y somos hijos de Dios.
Para animar a las comunidades cristianas y para promover la unidad entre ellas en contra de algunas enseñanzas peligrosas y confusas, el autor de la primera carta de Juan invita a reflexionar sobre la base de la identidad cristiana: el amor de Dios Padre, para quien todos somos sus hijos. Esta relación familiar con Dios a quien «nos podemos acercar con plena confianza.» (v. 21) es la fuente de toda la convivencia humana pacífica, fraterna y harmoniosa. La gran misión de los padres de familia de hoy es reflejar ese amor de Dios-Padre para con sus hijos, para que ellos crezcan en la confianza hacia Dios y aprendan a amar y a confiar en los demás como en sus verdaderos hermanos.
EVANGELIO: Lc 2,42-52. Jesús entre los doctores de la Ley es hallado por sus padres.
El pasaje del evangelio es uno de los pocos episodios de la vida oculta de Jesús que tenemos. Nos presenta a Jesús en la edad de 12 años, que participando con su familia en la peregrinación a Jerusalén «se pierde» en el templo. La intención de san Lucas no es aportar unos datos biográficos de la infancia de Jesús, sino intenta expresar el profundo misterio de la identidad de Cristo. Con insistencia se repite la palabra «buscar» (vv.44.45.48.49), diciéndonos que ésta es la actitud que hemos de asumir frente el misterio de Jesús. Este misterio nunca es exhaustivo y total, ni siquiera para las personas más cercanas como lo eran José y María. La respuesta de Jesús deja en claro la singularidad de su relación con Dios-Padre. María con mucho respeto acepta este misterio «conservando estas cosas en su corazón» (v.51).
Preguntas de reflexión
¿Soy capaz de percibir en mi familia, en mis hijos un don de Dios? ¿Cómo puedo reflejar el amor de Dios- Padre hacia los demás y, en especial, hacia mí familia?
¿Me considero «buscador de Cristo»?
A ejemplo de -María ¿soy capaz a descubrir, respetar y aceptar en mis hijos el misterioso plan de Dios?
Dios nos habla cada día: del 30 de Diciembre 2024 al 5 de Enero 2025.
Liturgia de las Horas: II Semana.
Lunes: 1Jn 2,12-17; Sal 95,7-8ª.8b-9.10; Lc 2,36-40
Martes: 1Jn 2,18-21; Sal 95,1-2.11-12.13-14; Jn 1,1-18
Miércoles: Solemnidad, Octava de la Navidad, Santa María, Madre de Dios: Nm 6,22-27; Sal 66,2-3.5.6.8; Ga 4,4-7; Lc 2,16-21
Jueves: 1Jn 2,22-28; Sal 97,1-4; Jn 1,19-28
Viernes: Santísimo Nombre de Jesús: 1Jn 2,29 3,6; Sal 97,1-2ab.3cd-4.5-6; Jn 1,29-34
Sábado: 1Jn 3,7-10; Sal 97,1.7-8.9; Jn 1,35-42
Domingo, 2 Después de la Navidad: Sir 24,1-2.8-12; Sal 147,12-13.14-15.19-20; Ef 1,3-6.15-18; Jn 1,1-18
Hoja Dominical «Día del Señor»