DOMINGO CUARTO DE ADVIENTO
Lema: «Que el Señor fortalezca sus corazones para el Día de la Venida del Señor Jesús»
PRIMERA LECTURA: Mi 5,1-4a. De ti nacerá el que debe gobernar a Israel.
Este pasaje resalta la importancia de Belén, aldea pequeña, como el lugar elegido para el surgimiento de un Líder que traerá esperanza y redención al pueblo. El Salvador nacerá en un entorno humilde y se presentará de manera discreta, pero llevará consigo la extraordinaria promesa de un reinado de paz. Su llegada representa la manifestación del amor de Dios, presente en cada momento de la vida. El Mesías será el portador de esperanza y restauración; cuidará de su pueblo, brindando paz y seguridad, y se convertirá en un faro de luz en medio de la adversidad. Su figura simboliza no sólo la promesa de un futuro mejor, sino también la certeza de que, incluso desde lo más humilde, Dios puede llevar a cabo su plan de salvación.
SEGUNDA LECTURA: Hb 10,5-10. Aquí estoy para hacer, Dios, tu voluntad.
El escrito enfatiza que Dios no se complace en sacrificios ni ofrendas, sino que valora un corazón sincero y obediente. En estos versículos se afirma que Cristo, al «entrar en el mundo», ha venido a cumplir la voluntad del Padre. Dicha afirmación implica un cambio significativo en la relación entre Dios y la humanidad: en lugar de ofrecer sacrificios, el Hijo se entrega a si mismo como la verdadera manifestación de obediencia y amor. El escrito exhorta a la comunidad cristiana a reconocer que la verdadera relación con Dios y la auténtica adoración se manifiestan en nuestra disposición a vivir en obediencia y a seguir su voluntad. Enfatiza que la esencia de la fe radica en una entrega sincera a Él.
EVANGELIO: Lc 1, 39-45. ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
El Evangelio nos ofrece importantes lecciones sobre la alegría del servicio y la fe. El relato presenta el encuentro de dos mujeres: María e Isabel. Desde el inicio del pasaje, se destaca la disposición y urgencia de María, quien, al enterarse del embarazo de su «prima», se levanta «de prisa» para acudir en su ayuda. Este acto de servicio resalta la conexión entre ambas mujeres y nos invita a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad, así como la alegría que brota al hacer el bien a los demás. En este encuentro, se despierta una profunda fe en el plan divino. Al escuchar el saludo de María, Isabel se llena del Espíritu Santo, transformando su encuentro en un momento sagrado y lleno de gracia que trasciende un simple intercambio familiar. El reconocimiento de Isabel a María como «bendita» subraya la singularidad de su misión y la bendición que representa para la humanidad. Este episodio nos recuerda que la fe en las promesas divinas llena nuestros corazones de gozo indescriptible. La emoción en el diálogo entre María e Isabel testifica el poder transformador de la fe, animándonos a fortalecer nuestras convicciones y a celebrar las manifestaciones del amor en nuestras vidas.
Preguntas de Reflexión
Siguiendo el testimonio de María Santísima ¿la gran preocupación de mi vida es cumplir la voluntad de Dios?
¿Respondo con prontitud al llamado de ayuda de los demás?
Dios nos habla cada día: del 23 a1 29 de Diciembre 2024.
Liturgia de las Horas: IV Semana.
Lunes: MI 3,1-4.23-24; Sal 24,4bc-5ab.8-9.10.14; Lc 1,57-66
Martes: 2Sm 7,1-5.8b-12.14a.16; Sal 88,2-3.4-5.27.29; Lc 1,67-79
Miércoles: Solemnidad, Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo:
Vigilia de Navidad: Is 62,1-5; Sal 88,4-5.16-17.27.29; Hch 13,16-17.22-25; Mt 1,1-25.
En la medianoche: Is 9,1-6; Sal 95,1-3.11-13; Tt 2,11-14; Lc 2,1-14.
En la Aurora: Is 62,11-12; Sal 96,1.6.11-12; Tt 3,4-7; Lc 2,15-20.
En el Día: Is 52,7-10; Sal 97,1-6; Hb 1,1-6; Jn 1,1-18.
Jueves: Hch 6,8-10;7,54-59; Sal 30,3cd-4.6.8ab.16bc. 17; Mt 10,17-22
Viernes: 1Jn 1-1-4; Sal 96,1-2.5-6.11-12; Jn 20,2-8
Sábado: 1Jn 1,5-2,2; Sal 123,2-3.4-5.7b-8; Mt 2,13-18
Domingo, Fiesta Sagrada Familia: Jesús, María y José: 1Sm 1-20-22.24-28; Sal 83,2-3.5-6.9-10; 1Jn 3,1-2.21-24; Lc 2,41-52
Hoja Dominical «Día del Señor»
