Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND)
PRIMERA LECTURA: Is 53,10-11. Si ofrece su vida en sacrificio, verá su descendencia.
Es un fragmento del «Canto del Siervo Sufriente» que revela al elegido por Dios como un Siervo que enfrenta el sufrimiento y cumple su obra redentora. Este Siervo se convierte en fuente de consuelo y esperanza en medio del sufrimiento humano. El Señor subraya que el propósito de su dolor no radica en sus propias faltas, dado que es justo; más bien, asume sobre sí las iniquidades de muchos. Su sacrificio adquiere un verdadero significado de intercesión y rescate, justificando a muchos, lo que indica que el sufrimiento está intrínsecamente vinculado a la promesa de vida y redención expresada con imágenes bellas: prolongar los años, prosperar, ver la luz, llenarse del conocimiento del Señor.
SEGUNDA LECTURA: Hb 4,14-16. Vayamos confiadamente al trono de la gracia.
Descubrimos un pasaje revelador que destaca la humanidad y la divinidad de Jesús. Este texto nos invita a reflexionar profundamente sobre la cercanía de Jesús, el Hijo de Dios, quien es misericordioso y digno de fe. Su identificación con nuestra experiencia humana nos permite acercarnos a Él con plena confianza, sin desfallecer, pues sabemos que comprende nuestras luchas y nos concede la gracia necesaria para enfrentar los desafíos de la vida. La invitación a aproximarnos valientemente a Dios nos recuerda poderosamente que, en nuestras debilidades, hallamos fortaleza y apoyo en Él. En este encuentro, la oración se convierte en un medio esencial para recibir el sustento espiritual que tanto necesitamos y para acceder directamente a la misericordia de Dios.
EVANGELIO: Mc 10,35-45. El Hijo del hombre vino para dar su vida en rescate por una multitud.
El Evangelio nos invita a una conversión del corazón: a abandonar la búsqueda del reconocimiento y a abrazar una vida de servicio desinteresado hacia los demás. Este pasaje establece un modelo en el que el servicio y el amor hacia el prójimo son la verdadera esencia de la grandeza, reflejando el amor y la humildad en nuestras acciones y relaciones. Además, ofrece una profunda enseñanza sobre el liderazgo y el verdadero significado del servicio en la comunidad cristiana. En el relato, los discípulos Santiago y Juan encarnan una de las luchas internas del ser humano: el anhelo de poder. Se acercan a Jesús con la solicitud de ser honrados con un lugar, uno a su derecha y el otro a su izquierda, en su gloria. Esta petición revela una comprensión errónea sobre lo que significa ser grande en el Reino de Dios, exponiendo una ambición que choca con las enseñanzas de Jesús. Según Él, la verdadera grandeza no se mide en términos de autoridad o poder, sino en la capacidad de servir a los demás. Esto implica que el camino hacia la grandeza en el Reino de Dios está marcado por el amor y el servicio. Jesús es contundente: «El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos».
Preguntas de Reflexión:
Como cristiano / cristiana, ¿siento responsabilidad misionera por los demás?
Convencido / convencida de que Evangelizar es la tarea para todos los que seguimos a Jesús, en este día del DOMUND, ¿evalúo y renuevo esta tarea que Jesús me ha dado?
Hoja Dominical «Día del Señor»
