AMBIENTACIÓN
Se sugiere colocar un mantel blanco, con dos floreros, en uno colocar agua cristalina y flores de varios colores y en el otro sólo ramas secas. Se colocan al frente un par de candelabros con velas y en un lugar preferencial una imagen o cuadro de la Sagrada Familia.
1 BIENVENIDA
Bienvenidos hermanos y hermanas a este tercer encuentro para compartir la palabra de Dios. Hoy la palabra nos invita a tomar conciencia de lo que está pasando en nuestra casa común. Y el desafío urgente de proteger nuestra casa común, incluye la preocupación por unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral.
2 ORACIÓN
ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN
Señor Dios, Creador del cielo y de la tierra,
te alabamos y bendecimos junto con toda criatura,
como proclama el Apocalipsis: “Aquel que está sentado en el trono,
y al Cordero, sean la alabanza, la honra, la gloria y el poder
por los siglos de los siglos” (Ap 5,13).
Te damos gracias por el don de la creación,
por la belleza de la tierra, los cielos y los mares,
por la abundancia de vida que habita en ellos.
Reconocemos, Padre amoroso, que nos has llamado a ser tus hijos,
guiados por tu Espíritu, como nos enseña San Pablo:
“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios” (Rom 8,14).
Con esta dignidad y responsabilidad, nos comprometemos a cuidar
y proteger nuestra casa común.
Perdona nuestras ofensas contra tu creación:
la tala indiscriminada, las quemas y la contaminación de los ríos.
Danos la gracia de una verdadera conversión del corazón,
para que podamos reparar el daño hecho y restaurar la armonía de tu obra.
Inspíranos a trabajar unidos, plantando árboles,
limpiando nuestras aguas y adoptando prácticas que honren
y preserven la belleza y la vida de la tierra.
Que nuestras acciones sean un reflejo de tu amor y gratitud,
y que, junto con toda criatura, elevemos nuestro cántico de alabanza
al Cordero, Jesucristo, que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
3 PARTIMOS DE LA REALIDAD
CUIDADO DE LA CREACIÓN
En un pequeño pueblo rodeado de exuberantes selvas y ríos cristalinos, vivía una comunidad cuya vida giraba en torno a la gratitud y el cuidado de la creación. Inspirados por las palabras del Apocalipsis, donde “toda criatura en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y todo lo que en ellos hay” alaban al Cordero (Ap 5,13), los habitantes veían la naturaleza como una expresión viva de la gloria divina. Guiados por el Espíritu de Dios, sabían que eran hijos de Dios (Rom 8,14) y, por tanto, llamados a cuidar la casa común con amor y respeto.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la codicia y la indiferencia comenzaron a infiltrarse en la comunidad. La tala de árboles, las quemas indiscriminadas y la minería descontrolada empezaron a devastar el entorno que antes veneraban. Los ríos, antes claros y llenos de vida, se convirtieron en corrientes de agua turbia y contaminada. La fauna, antes abundante y diversa, empezó a desaparecer. La tierra misma, que otrora resonaba con el cántico de la creación, comenzó a gritar de dolor.
Entre los ancianos del pueblo, una figura se destacó: el Padre Joaquín, un sacerdote católico que había dedicado su vida a la contemplación de la naturaleza y a la enseñanza de la fe. Con lágrimas en los ojos, recordaba las palabras de San Pablo: “Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la manifestación de los hijos de Dios” (Rom 8,19). Joaquín veía en la devastación del entorno un llamado urgente a la conversión, a reencontrar el camino de la gratitud y el respeto por la obra de Dios.
El Padre Joaquín convocó a toda la comunidad a una gran vigilia de oración, implorando perdón y renovando el compromiso de ser verdaderos guardianes de la creación. Poco a poco, con esfuerzo y fe, la comunidad comenzó a sanar su tierra, plantando árboles, limpiando ríos y abandonando las prácticas destructivas. En sus corazones, resonaba de nuevo el cántico de toda criatura, elevando alabanzas al Cordero y recordando que, como hijos de Dios, su misión era cuidar y proteger el don precioso de la creación.
De esta historia, ¿Qué es lo que más te llamó la atención?
¿Qué puedes hacer para cuidar la creación de Dios?
4 PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA
“Y a todo ser viviente que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sean la alabanza, y la honra, y la gloria y el poder, para siempre jamás. Y los cuatro seres vivientes decían: ¡Amén!” (Ap 5,13-14).
5 PROFUNDIZANDO LA PALABRA
Este pasaje de Apocalipsis 5,13-14 muestra a toda la creación—cielo, tierra, mar y todo lo que habita en ellos—alabando a Dios y al Cordero. Esta visión subraya que toda la creación reconoce la soberanía divina, recordándonos que no solo los seres humanos, sino también la naturaleza entera, están llamadas a glorificar a Dios. Al reconocer esto, somos invitados a cuidar y respetar la creación, viendo en ella un reflejo de la alabanza que le pertenece a Dios.
PREGUNTAS
¿Por qué la Iglesia se preocupa por el cuidado de la creación?
¿Qué conclusiones sacamos de la lectura de la Palabra?
6 MAGISTERIO DE LA IGLESIA
En la Encíclica Laudato si’, el Papa Francisco aborda de manera profunda y detallada la responsabilidad de la humanidad en el cuidado de la casa común, en línea con la historia presentada. Un comentario particularmente relevante se encuentra en el capítulo dos, donde el Papa subraya la conexión entre la fe y el compromiso ecológico. Él afirma: “Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesite para su subsistencia, pero también tiene el deber de protegerla y asegurar la continuidad de su fertilidad para las generaciones
futuras. En definitiva, ‘del Señor es la tierra’ (Sal 24,1), a él pertenece ‘la tierra y cuanto hay en ella’ (Dt 10,14). Por eso Dios niega cualquier pretensión de propiedad absoluta” (LS 67).
Este comentario resuena con la historia del Padre Joaquín y su comunidad, destacando que la destrucción de la naturaleza, a través de la tala, las quemas y la minería, va en contra de la misión dada por Dios a sus hijos de cuidar y preservar la creación. El llamado a la conversión y al compromiso con la restauración de la tierra herida, como se describe en la historia, refleja el espíritu de Laudato
si’, que nos exhorta a ver en cada criatura una manifestación de la gloria divina y a actuar con responsabilidad y gratitud hacia el mundo que se nos ha confiado.
7 PLENARIA CELEBRATIVA
Ser discípulo de Jesús y hacer parte de una comunidad que de testimonio de su fe y de su compromiso en el anuncio del Reino no es tan fácil. En este momento, nos unimos en oración para pedirle a Dios que nos regale su luz, su gracia y su fuerza para permanecer fieles a nuestra fe y dar testimonio ante los demás con valentía.
8 EVALUACIÓN
¿Qué es lo que más te gustado de este encuentro? ¿Por qué?
¿Qué sugerencias tienes para mejorar?
¿Qué sugerencia tienes para conocer más el libro del Apocalipsis?
¿Qué podemos hacer para cuidar el medio ambiente?
9 PREPARAMOS EL PRÓXIMO ENCUENTRO
Se recomienda puntualidad para iniciar el encuentro a la hora fijada.
Leer con anticipación el tema y el texto del próximo encuentro: “Comunidad en misión” texto para meditar: Ap 12,1-2.5.
Cartilla de Animación – Septiembre Mes de la Biblia