Congregación religiosa: «Franciscanas Hijas de la Misericordia»
Carisma
Inclinar el corazón a los que más sufren, inclinar el corazón al que más necesita. Espiritualidad Franciscana
Año de fundación de la congregación en Bolivia
En 1960 llegamos a Padilla, Sucre.
¿Cuántas hermanas tiene la congregación en Bolivia?
Trece hermanas en toda Bolivia, doce bolivianas y una española. En Sucre se encuentran cuatro hermanas.
¿Qué poblaciones acompaña la congregación?
Niños, adolescentes y jóvenes, enfermos, adultos de la tercera edad.
¿Cuáles son los apostolados más significativos que tienen?
Trabajamos con niños, adolescentes y jóvenes en edad escolar. Buscamos ayuda solidaria de varias instituciones para apoyarlos a los que están en situación de calle para que puedan alimentarse en nuestros comedores populares. Gestionamos la compra de medicamentos para los enfermos del Hospital «San Francisco de Asís» de segundo nivel. El nosocomio es muy conocido y acuden al mes cerca de 1.500 pacientes. Se encuentra en Villa El Carmen, salida hacia Los Yungas paceños. Hay atención en casi todas las especialidades médicas y también en los estudios de laboratorio y rayos X.
Cabe apuntar que, como congregación, nos hemos preparado para atender a niños con discapacidad y tenemos un espacio para brindar este servicio. Trabajamos la parte emocional, afectiva, moral; hay culpas declaradas entre la pareja, abandono de una de las partes y los hijos son los más perjudicados, ayudamos a enfrentar estos casos difíciles. A lado del hospital se encuentra la Unidad Educativa «Andina» donde brindamos las clases de religión y la formación en los sacramentos de Primera Comunión en primaria y Confirmación en secundaria, lleva el espíritu franciscano.
En la residencia universitaria apoyamos a los más necesitados, con especial cuidado a los migrantes del campo. Se encuentra en la ciudad de Sucre. Los beneficiarios vienen de diferentes provincias del departamento. A la vez, acompañamos en la formación cristiana y humana en valores a mujeres de estrato social bajo para que emprendan un oficio y así puedan colaborar con los ingresos económicos a sus familias.
Entre los varios apostolados que trabajamos, siempre está presente el problema del dinero, por lo que contamos con un programa de apoyo solidario que sale de la congregación y del hospital. Previo a un estudio encontramos la forma de colaborar con las personas y con las familias que precisen de nuestra ayuda.
¿Podrían compartir algunas experiencias relevantes que marcaron la vida de la congregación?
Uno de los problemas que enfrentamos hace algunos meses, fue que se enfrentaron dos grupos de cocaleros en la zona. Estos enfrentamientos eran agresivos por el uso de dinamita y gasificación, fuimos afectadas de gran manera en las instalaciones: se rompieron vidrios, se rajaron algunas paredes; hubo mucha gente que quiso entrar al nosocomio para resguardarse, se les impidió el paso por la seguridad de los enfermos y esto también provocó alteraciones en las puertas. Uno de los sectores entró al sótano del hospital para protegerse tanto del otro grupo como de la policía. Se quedaron en el ambiente por unos días hasta que acabara el conflicto.
Atendimos a heridos de ambos grupos sin pedirles ningún monto de dinero porque se trataba de emergencias y vimos con mucha pena y dolor que los afectados iban llegando sin partes de su cuerpo: brazos, dedos, caras ensangrentadas y otros de mayor dificultad a quienes se les ingresaba inmediatamente a quirófano. Cuando terminó el enfrentamiento, nos dimos cuenta de que muchas casas de la zona estaban afectadas y muchos niños y ancianos tuvieron que ser evacuados por los gases de la policía y los dinamitazos de los cocaleros.
Conoce más sobre las hermanas en Franciscanas Hijas de la Misericordia
Fuente: Presencia y Acción Misionera de la Vida Consagrada Femenida en Bolivia (1655-2023) Karina García Riveros