4 de agosto 2024
EVANGELIO: Jn 6,24-35. Jesús es el verdadero pan del cielo.
Tras el reparto de pan entre la multitud, el discurso del pan de vida que prosigue en el evangelio de Juan ayuda a comprenderlo. Su comienzo (Jn 6,24-35) nos revela que el pan es la señal de la hora de la entrega de la vida y su sentido eucarístico es evidente. Jesús mismo es el verdadero Pan partido en la Cruz, cuyo sacrificio como Víctima de la injusticia humana en la entrega de su vida por amor, da al mundo la vida definitiva y eterna. Con el pan entregado y repartido va la fuerza del Espíritu de Jesús para toda persona que vea la señal y crea en Él. Comer este pan vivo implica recibir el don del Espíritu que permite vivir plenamente la Vida y, al mismo tiempo, entrar en el dinamismo de la entrega de la vida como un pan que se parte y se reparte, especialmente entre los pobres y marginados de nuestro mundo. Esta nueva mentalidad es la señal que hemos de percibir en el signo de la Fracción del Pan y la obra que realmente Dios quiere que hagamos en la misión permanente de nuestra Iglesia. San Juan contrapone el maná del libro del Éxodo al verdadero Pan del cielo. Éste es Jesús y quien lo come tiene una vida eterna, es decir, una vida que trasciende la muerte humana y una nueva calidad de vida humana, caracterizada por estar vinculado a su Espíritu. Jesús se presenta en el Pan eucarístico como Aquél que es capaz de saciar todo tipo de hambre y de sed, entiéndase, todos los anhelos de la vida humana.
CANTO DE ENTRADA: “Hacia ti morada santa”
–
mi SI
Hacia ti morada santa,
SI7 mi
hacia ti, tierra del Salvador,
RE DO SI
peregrinos, caminantes, vamos hacia ti.
–
SI7 mi RE
Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto,
DO la SI SI7
comeremos tu carne, tu sangre nos limpiará.
–
Reinaremos contigo, en tu morada santa,
beberemos tu sangre, tu fe nos salvará.
–
Somos tu pueblo santo, que hoy camina unido.
Tú vas entre nosotros, tu amor nos guitará.
–
Tú eres el camino, Tú eres la esperanza,
hermano de los pobres. Amén, aleluya.
ACTO PENITENCIAL “Tú que siempre nos perdonas”
–
re
Tú que siempre nos perdonas
Sib DO FA
porque nos quieres mucho.
sol re
Tú que siempre nos perdonas.
LA7 re
Señor ten piedad.
–
Tú que siempre nos escuchas
porque no quieres mucho.
Tú que siempre nos escuchas
Cristo, ten piedad.
–
Tú que siempre nos ayudas
porque nos quieres mucho.
Tú que siempre nos ayudas,
Señor, ten piedad.
GLORIA ““Gloria al Señor, Aleluya”
–
MI SI7
Gloria al Señor, aleluya.
MI
Gloria al Señor, aleluya.
SI7
Gloria al Señor, aleluya.
MI
Gloria al Señor.
–
MI
Alabemos al Padre que está en los
LA SI7 MI
cielos ¡Gloria al Señor!
–
Alabemos al Hijo que nos ha
salvado. ¡Gloria al Señor!
–
Al Espíritu Santo que nos ilumina.
¡Gloria al Señor!
SALMO RESPONSORIAL 77, 3-4bc. 23-25.54

–
R. El Señor les dio como alimento un trigo celestial.
–
Lo que hemos oído y aprendido,
lo que nos contaron nuestros padres,
lo narraremos a la próxima generación:
son las glorias del Señor y su poder. R.
–
Mandó a las nubes en lo alto
y abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos el maná,
les dio como alimento un trigo celestial. R.
–
Todos comieron un pan de ángeles,
les dio comida hasta saciarlos.
Los llevó hasta su Tierra santa,
hasta la Montaña que adquirió con su mano. R.
CANTO DE LAS OFRENDAS “Bendice, Dios, a Bolivia”
–
la FA DO
Bendice, Dios, a Bolivia esta patria de mi amor,
SOL7 DO MI7 la
pues ella sigue esperando un futuro provisor. (2)
En el valle, la montaña, la llanura tropical,
el pueblo sufre y anhela tu llegada y tu paz. (2).
–
SOL7 DO
Todos juntos trabajemos
MI7 la
y adoremos al Señor;
SOL7 DO
levantemos la esperanza
MI7 la
de un nuevo amanecer.
–
Tú que diste a mi Bolivia, la riqueza del Edén,
ayúdanos a gozarlas con justicia y gratitud. (2)
Bella tierra prometida, donde fluye leche y miel,
brinda su mesa tendida para todos ¡oh, Señor! (2)
SANTO: “Santo, Santo”
–
MI LA MI
Santo, santo, santo es el Señor,
LA MI
Dios del universo.
MI LA SI MI LA SI7 MI
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
mi la MI
Hosanna, hosanna, hosan-na,
LA mi si7 MI
hosanna en el cielo.
–
MI LA MI
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Hosanna, hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
CORDERO: “Cordero de Dios”
–
Cordero de Dios
que quitas los pecados del mundo
ten compasión de nosotros. (2-3)
Cordero de Dios
que quitas los pecados del mundo
danos la paz. (4)
CANTO DE COMUNIÓN “Me sorprende Señor”
–
RE si
Me sorprende Señor,
mi LA RE si
hallarte tan pequeño en un humilde pan,
mi
que mi boca pueda triturar
si SOL LA7
y poder tener dentro de mí a un amigo de verdad.
–
Me sorprende Señor,
que siendo Tú el más grande puedas ahí estar,
demostrando toda tu humildad
demostrando cuánto eres capaz, de amar.
–
Hoy me alegra Señor,
saberme convidado, a tu celebración
sentarme aquí en tu mesa y de corazón
sellar contigo el pacto de esperanza,
de llevar a los demás, tu pan de vida
y llenar el corazón que triste está. (Bis)
CANTO FINAL: “Cuántas veces siendo niño te rece”
–
DO SOL7 DO
Cuántas veces siendo niño te recé,
FA SOL7
con mis besos te decía que te amaba,
FA SOL7 DO
poco a poco, con el tiempo, alejándome de Ti,
SOL7 DO
por caminos que se alejan me perdí.
–
SOL7 DO
Hoy he vuelto, Madre, a recordar
SOL7 DO
cuántas cosas dije ante tu altar,
FA DO
y al rezarte, puedo comprender
SOL7 DO
que una madre no se cansa de esperar.
Muchas gracias por las sugerencias, también quería hacer una observación hay algunos cantos que no son liturgicos.
Estimado Wilver, gracias por seguirnos, revisaremos el material Bendiciones!!!