El 24 de junio la Iglesia celebra la natividad de San Juan el Bautista, “la voz del que grita en el desierto” (Jn 1,23).
- El nacimiento de san Juan el Bautista está rodeado de signos extraordinarios que denotan su importancia en el anuncio del “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29).
- Su vida está orientada a Cristo, es su precursor; él prepara “el camino delante del Mesías” (Mt 11,9-10) anunciando al verbo encarnado.
- San Juan Bautista testimonia que Jesús es el Hijo de Dios (Jn 1,32-34).
“Hermanos y hermanas, el ejemplo de Juan Bautista nos enseña al menos dos cosas. En primer lugar, que nosotros, solos, no podemos salvarnos: sólo en Dios encontramos la luz de la vida. Y, en segundo lugar, que cada uno de nosotros, con el servicio, la coherencia, la humildad, con el testimonio de vida -y siempre con la gracia de Dios- puede ser una lámpara que brilla y ayudar a los demás a encontrar el camino para encontrarse con Jesús” (Papa Francisco, Ángelus, diciembre 2023).
Hoja Dominical «Día del Señor»