COMENTARIO BÍBLICO
DOMINGO 11 DURANTE EL AÑO
PRIMERA LECTURA: Ez 17,22-24. Exaltó al árbol humillado.
El texto expresa la preocupación del profeta Ezequiel por la suerte de su pueblo y por los errores políticos de sus gobernantes; fue escrito a raíz de la rebelión de Sedecías, sucesor de Jeconías en el trono de Jerusalén, contra Nabucodonosor y el consiguiente pacto con Egipto; lo que provocó la reacción de los caldeos que sitiarían por segunda vez la capital y la destruirían junto con el Templo (año 587 a.C.).
Consolando a los desterrados en Babilonia, Ezequiel retoma las imágenes del castigo usándolas ahora para la salvación: «Dios tomará una rama del cedro que ha arraigado y crecido en el exilio y lo trasplantará a Israel (vv.22-23ª) El nuevo árbol tendrá aspiraciones universalistas, pues «pájaros de todas clases anidarán en él, habitarán a la sombra de sus ramas» (v.23b). Dios es el Señor de la historia «que hace secar al árbol verde y reverdecer al árbol seco» (v.24). Dios no abandona a su pueblo.
SEGUNDA LECTURA: 2Co 5,6-10. Sea que vivamos en este cuerpo o fuera de él, nuestro único deseo es agradar al Señor.
En el cumplimiento de su misión, el evangelizador siente una tensión entre la realidad plena de lo que anuncia e intenta vivir y la realidad limitada y ambigua del mensajey de salvación. El texto de hoy es la continuación de los versículos 1-5 al que añade la imagen del exilio y la patria, la fe y la visión. La situación presente es una precaria tienda de campaña; en cambio, la de la plenitud de la salvación es comparada a la casa, al ir vestido, a la patria y a la visión plena de lo que se espera. La actitud básica del cristiano no cambia, sea cual sea su situación: «nos esforzamos en agradar al Señor.» (v.9). Al concluir, san Pablo emplea el lenguaje apocalíptico: «el Tribunal de Cristo» para expresar el juicio divino sobre la actividad de los humanos y, en particular, de los ministros de la Palabra.
EVANGELIO: Mc 4,26-34. Es la más pequeña de las semillas, pero llega a ser la más grande de todas las hortalizas.
En abril-mayo comenzaba la cosecha (Jn 4,35). El grano ha brotado «sin que se sepa cómo. «Este hecho, es la base de las dos parábolas que san Marcos nos presenta. La primera (4,26-29) es válida para los ministros de la Palabra: el que planta no significa nada, ni el que riega tampoco; cuenta sólo Dios, es quien hace crecer. La efectividad del anuncio del mensaje evangélico escapa a la acción del evangelizador. La segunda es la del grano de mostaza (4,30-32) que, cuando crece «llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra.» En la literatura judía de la época, los pájaros simbolizan los pueblos no judíos, y la expresión «se cobijan a su sombra» indica la incorporación de estas naciones al Pueblo de Dios. Esta parábola destaca el sentido universalista de la Palabra que se desarrolla gracias a la -acción providente de Dios.
Preguntas de reflexión
¿En qué experiencias siento crecer el Reino de Dios dentro de mi?
En las parábolas del Evangelio ¿a qué compromisos concretos me invita Jesús?
1ra. Página Hoja Dominical «Día del Señor»