DOMINGO 10 DURANTE EL AÑO
Mensaje del Genesis 3, 9-15
Según este relato antiguo Dios llama a Adán, quien después de haber comido del árbol prohibido se le abrieron los ojos, y junto a la mujer cubren su desnudez y se esconden para que Dios no los vea. Ante la pregunta de Dios si han comido del árbol prohibido, ambos confiesan lo sucedido, pero descargando la responsabilidad de sus acciones en el otro. Es decir, el hombre culpa a la mujer que Dios le dio como su compañera, la mujer culpa a la serpiente. En todo caso su desobediencia ha roto la relación de unión y confianza que tenían con Dios, porque antes podían caminar desnudo sin ningún prejuicio, ahora tienen vergüenza. La sentencia inicia con la serpiente a quien la condena a arrastrarse y en enemistad con la mujer quien le aplastará la cabeza, ya que representa la fuerza seductora del mal.
Textos paralelos
2 Cor 11,3; Ap 12,17
Mensaje de la 2da carta a los Corintios 4, 13-5,1
El Apóstol afirma que la fe es el principio fundamental para el anuncio de la Buen Noticia, evidentemente no se puede hablar de Cristo Resucitado sin creer en Él. La confianza que tiene san Pablo en el poder de Dios que resucitó a su Hijo, es la que se va a manifestar también a todos los creyentes, haciendo posible que las dificultades a causa de la predicación de Cristo se soporten con paciencia, ya que la esperanza se funda en la fe y que por gracia de Dios nos conduce a la vida eterna, a la casa en el cielo construida por Él.
Textos paralelos
Mt 5,11s; Rom 8,18; Rom 8,24s; Heb 11,1.3; Job 4,19; Sab 9,15; Is 38,12; 1 Cor 15,44-49; Flp 3,20; Col 3,3s; 2 Pe 1,13s.
Mensaje del Evangelio de san Marcos 3, 20-35
El Evangelio dice que Jesús entra en casa, ésta probablemente sea la de Pedro (cf. Mc 2,1). La popularidad de Jesús había crecido tanto que en torno a este lugar se congrego mucha gente que habían llegado de varios lugares (Mc 3, 7-8), hasta el punto que no podían ni comer.
Al enterarse sus parientes, “los suyos” fueron a buscarlo. La cuestión es que sus familiares están preocupados por Jesús, porque creen que esta fuera de sí y vienen a hacerse cargo de Él. Esta situación da paso a que los escribas que habían venido de Jerusalén, acusen a Jesús de estar poseído por Belcebú, el príncipe de los demonios, y que a través de su poder echaba fuera a los demonios, declarando de esta forma que Jesús estaba poseído por un poder demoniaco.
Es en base a esta acusación de los escribas, que Jesús responde a través de una parábola que toma en cuenta dos aspectos:
- Un reino dividido. Hace referencia a que si Belcebú (príncipe de las moscas) es el que expulsa a los demonios, entonces su reino está dividido. Si los enemigos están divididos entre sí, está claro que están debilitados y perderán la batalla.
- El otro ejemplo es la de un hombre fuerte que vive en una casa, y por ser en extremo fuerte es imposible entrar en ella y robar sus bienes si no se le ha atado antes. Satanás es el hombre fuerte (v.27) que intenta tener el mundo bajo su dominio, lo que presupone la acción de alguien más fuerte para vencerlo. Este más fuerte hace referencia a Jesús (cf. Mc 1,7) que va vencer el mal con el poder del Espíritu Santo, anunciando así que el reinado de Satanás va llegando a su fin.
La acusación de los escribas deriva por tanto en una blasfemia contra el Espíritu Santo, porque a pesar de las diversas pruebas que ha dado Jesús como el enviado del Padre, ellos se niegan a creer y le acusan de hacer estas señales, porque tiene la ayuda de un espíritu satánico, esto es considerado como algo muy grave y no tiene perdón.
Luego de la controversia con los escribas, san Marcos retoma el relato que había comenzado, según la narración, son su madre y sus hermanos quienes le buscan. La respuesta que da Jesús a propósito de la presencia de su familia es: “El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”, y es porque Él ha venido a establecer una relación especial con el pueblo, que va mucho más allá, y que es más fuerte a los lazos de sangre o de raza, ya que esta surge por la fe y por el cumplimiento de la voluntad al Padre.
Textos paralelos
Jn 7,5; 10,20; Mt 12,24-32; Lc 11,15-23; 12,10; Mt 12,46-50; Lc 8,19-21.
Colaborador: Javier Silva
Sección Animación Bíblica de la Pastoral
Área de Evangelización – CEB
