Fundamentos del Diálogo Interreligioso
La Sección de Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Boliviana ofrece esta serie de artículos para presentar el documento “Diálogo en verdad y caridad: Orientaciones pastorales para el diálogo interreligioso” publicado por el Consejo Pontificio, hoy Dicasterio, para el Diálogo Interreligioso, el año 2014.
En la segunda parte del capítulo uno se exponen los fundamentos del diálogo interreligioso a partir del magisterio a partir del Concilio Vaticano II. Cuatro son los fundamentos: Dios es el Creador de todo, Jesucristo es el redentor universal, el Espíritu sopla donde quiere y la dimensión universal de la Iglesia.
Dios es el Creador de todo
Dios es el creador de TODOS los seres humanos, y los hizo a su “imagen y semejanza”.
Dios es el Padre de todos. “Los diversos pueblos constituyen de hecho una sola comunidad. Tienen un solo origen, ya que Dios hizo que todo el género humano habitara sobre toda la faz de la tierra. Tienen además un solo fin último, Dios, cuya Providencia, cuyos testimonios de bondad y plan de salvación se extienden a todos…” (Nostra Aetate, 1).
Dios es Creador de todo a partir del Verbo eterno, su Hijo amado, por tanto, el diálogo no puede excluir a nadie. “No podemos invocar a Dios como Padre de todos los hombres si nos negamos a comportarnos como hermanos con algunos de los hombres que son creados a imagen de Dios” (Nostra Aetate, 5).
Encuentro del Papa san Paulo VI y el Patriarca de Constantinopla Atenágoras I, 15 de enero de 1965.
Jesucristo es el redentor universal
Jesucristo, el Verbo de Dios encarnado, es el centro del plan universal de salvación.
En Jesucristo, Dios entra en la historia y asumiendo la naturaleza humana la redime desde dentro. El misterio del hombre se aclara sólo en Jesucristo Él (Gaudium et Spes, 22). “Es en Él y sólo en Él, único mediador entre Dios y el género humano, que todo ha sido reconciliado. Mediante la encarnación, el Hijo de Dios ‘se ha unido, de algún modo, a todo ser humano sin excepción… incluso cuando el hombre no es consciente de ello’” (18).