«He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra» (Lc 1,38) «
Con la Anunciación se celebra el cumplimiento de las promesas de salvación, porque por la Encarnación, el Hijo de Dios entra en la historia, se hace hombre en el seno de María, una joven humilde del pueblo de Israel.
«Los labios de María pronunciaron la frase más bella que el ángel pudiera llevar a Dios: «Que se haga en mi lo que tú dices» (Lc 1,38). La aceptación de María no es pasiva ni resignada, sino el vivo deseo de adherir a Dios, que tiene «planes de paz y no de desgracia» (Jr 29,11). Es la participación más íntima en su proyecto de paz para el mundo. Nos consagramos a María para entrar en este plan, para ponernos a la plena disposición de los proyectos de Dios (Papa Francisco, Homilía, 2022).
Nuestra Iglesia celebra esta solemnidad cada 25 de marzo, sin embargo, como en este año coincide con el Lunes de Semana Santa, se traslada al lunes siguiente al Domingo 2 de Pascua.
Hoja Dominical «Día del Señor»