29 de Marzo 2024
“En la celebración de las Pasión del Señor el sacerdote y los ministros se dirigen en silencio al altar, sin canto alguno. Los fieles oran en silencio. El «Salmo responsorial y el canto que precede al Evangelio, se han de cantar como de costumbre. La proclamación de la Pasión del Señor según san Juan se canta o se proclama. Es conveniente que la Asamblea participe con cánticos de alabanza al Señor.
En la Oración universal puede el diácono proponer las intenciones con canto adecuado y el sacerdote, después de un breve silencio, cantar en recto tono la oración.
En la ostensión de la Cruz, tanto la invitación al mostrar la Cruz como la respuesta del pueblo, háganse con canto, y no se omita el silencio de reverencia que sigue a cada una de las postraciones. Durante la adoración de la Cruz se han de cantar las antífonas, los «improperios» y el himno, que recuerdan con lirismo la historia de la salvación, o bien otros cantos adecuados. El sacerdote canta la invitación al Padrenuestro, que es cantado por toda la Asamblea. Durante la Comunión se puede cantar el Salmo 21 u otro canto apropiado.
Se recomienda que en este día se celebren en los templos el Oficio de Lectura y los Laudes, con participación de los fieles Requieren musicalización propia.
Los ejercicios de piedad, como el Vía crucis, las Procesiones de la Pasión y el recuerdo de los dolores de María Santísima no deben ser descuidados dada su importancia pastoral. Los textos y cantos utilizados en los mismos han de responder al espíritu de la Liturgia del día. «Las exequias han de celebrarse sin canto, sin instrumentos musicales y sin tacar las campanas” (Orientaciones para el Canto y la música en la liturgia).