Comienza el primer domingo de Adviento y concluye con la fiesta de Cristo Rey. Por tanto no coincide con un año civil, que va de enero a diciembre. El Año Litúrgico se relaciona estrechamente y se funda en los acontecimientos de la Historia de la Salvación. Lo que caracteriza a la religión cristiana es el hecho de que Dios haya entrado en la historia humana.
El Año Litúrgico de la Iglesia cristiana católica
Se presenta organizado como ciclo anual de los acontecimientos de Cristo y de las fiestas de María Santísima, y de las fiestas de los santos y santas, pues dichos acontecimientos son realización en la vida de los miembros de la Iglesia. Todo el Año Litúrgico está centrado en la Pascua de Cristo, o sea, de su obra de Redención-Alianza que se realiza en su muerte y resurrección, síntesis de todo el misterio de salvación.
Cristo, plenitud de los tiempos
Con Cristo la historia de la salvación entra en la fase de la realidad total. El eje de los acontecimientos salvíficos es Jesucristo. Es el centro desde donde se irradia, y donde todo confluye (Ef 4,13} Todos los acontecimientos salvíficos de la vida de Jesús de Nazaret están orientados hacia un cumplimiento: el Misterio Pascual. Por tanto, el Año Litúrgico refleja no tanto la vida terrena de Jesús, cuanto su misterio, es decir, Cristo,en cuyos acontecimientos pascuales se realiza totalmente el plan salvador de Dios (Ef 2,14-18) . A partir de esta certeza fundamental, el Año litúrgico se organiza de la siguiente manera:
- Eje de la Encarnación: Adviento y Navidad
- Eje de la Redención: Cuaresma y Pascua
- Eje del Discipulado: Tiempo Ordinario
En el Año Litúrgico, el domingo y las fiestas del Señor van marcando el ritmo del tiempo dedicado a dar gloria y alabanza a Dios Padre en Cristo por el Espíritu Santo.
Hoja Dominical «Día del Señor»
Domingo 34 durante el año – Solemnidad de Cristo Rey