DOMINGO 33 DURANTE EL AÑO
Mensaje del libro de los Proverbios 31,10-13. 19-20. 39-31.
De una manera práctica y concreta, en el texto se va describiendo las diversas y acertadas actividades de la mujer. En su hogar está presente la serenidad, la paz, la confianza y la prosperidad, a causa de esta mujer extraordinaria, tanto de personalidad y carácter, enteramente entregada al bien de la familia. Sus iniciativas son acertadas, por eso constituye la felicidad de su esposo y la alegría de sus hijos que la alaban y se complacen en ella; los sirvientes también son favorecidos por su actitud prudente y generosa.
En la última parte del texto se dice que: “La mujer que merece alabanza es la que teme al Señor”. Es así como concluye el libro de los Proverbios, que había iniciado mostrándonos como principio de la sabiduría el temor de Dios (1,7). En todo caso la lección del libro es que nos ha querido mostrar que el bien auténtico del ser humano y el camino que le lleva a la vida, es escuchar y aceptar las enseñanzas de la sabiduría que vienen de Dios.
Texto paralelo
Prov 18,22.
Mensaje de la primera carta a los Tesalonicenses 5,1-6.
El Apóstol advierte que no se deben demorar en realizar las buenas obras, porque no sabemos cuándo llegará el día en que inevitablemente se va a dar cuentas a Dios de nuestros actos. San Pablo afirma que los creyentes no viven en las tinieblas, sino que somos hijos del día, del tiempo en que se debe trabajar. Los demás, los que prefieren dormir, pretenden construir un mundo en el que se viva en paz y seguridad, en el que se pueda estar tranquilo vegetar y descansar. Pero la vida no está configurada de ese modo, porque cuando la gente cree que se ha instalado cómodamente en la seguridad, sobreviene de improviso la ruina, como los dolores de parto de la que está encinta. La paz no viene por sí misma: ésta sólo se puede conseguir mediante un esfuerzo sacrificado y honesto como la luz del día. Entonces el que realiza este esfuerzo con un espíritu auténticamente cristiano va estar siempre preparado para dar cuentas a Dios.
Textos paralelos
Mt 24,36.43; 2 Pe 3,10; Ap 3,3; Jer 4,31; 6,14; Mt 24,8; Lc 21,34s; Ef 5,8; Rom 13,12s
Mensaje del Evangelio según San Mateo 25,14-30.
La parábola de este domingo se sitúa en el mismo contexto que la del anterior domingo, presenta dos actitudes contrapuestas y la de un personaje –el amo– que se demora y retorna “después de mucho tiempo” (v. 19), dejando así en claro en la enseñanza de Mateo, que el Señor tarda en volver, pero su regreso es tan seguro como imprevisible. De ahí esta nueva llamada a la responsabilidad personal frente a su retorno.
Cuando el dueño se ausenta llama sus criados y les recomienda el cuidado de sus bienes, además de confiarles a cada uno una cantidad apreciable de talentos. Cuando el patrón regresa llega el momento de rendir cuentas. Los dos primeros criados son igualmente elogiados. La responsabilidad con la que se hicieron cargo de los talentos que recibieron y siendo fiel en “lo poco” su actitud es premiada al ponerles al frente “de mucho”, es decir que se les ha de encomendar responsabilidades aún mayores. Sin embargo, el tercer criado recibe una censura de parte del amo.
La explicación del tercer criado para justificar su acción no es aceptada por el dueño. Por un lado, acusa a su patrón de ser muy exigente. Por otro lado, confiesa que ha sido el temor lo que le ha inspirado a conservar intacto el dinero recibido. Pero el dueño le hace ver que, si ésa es la imagen que tiene de él, entonces debía actuar en consecuencia. Al menos podría haber puesto el dinero en un banco para que produjera intereses. Por lo que su pasividad es descalificada y se le tilda de “perezoso” o más bien de “indeciso”. El criado por miedo a actuar mal, ni siquiera se animó a hacer algo. No ha querido arriesgarse demostrando así que es visto como “inútil” para la tarea encomendada.
Textos paralelos
Lc 19,12-27; Rom 12,3-6; Mt 18,23; Mt 13,12; Mt 8,12.
Por: Javier Silva Aparicio
Responsable de la Sección de Animación Bíblica
Área de Evangelización – CEB