Rincón Litúrgico n° 12

Rincón Litúrgico n° 12: LAS CELEBRACIONES QUE MARCAN EL CATECUMENADO

Además de las celebraciones (etapas), que marcan el paso de un tiempo al otro, hay ritos bellos, particulares que testimonian los avances de los catecúmenos que van logrando. En muchas Parroquias el catecumenado es una opción pastoral, ojalá en la nuestra exista ya. Así lo han decidido nuestros Obispos. Estas celebraciones son:

Los escrutinios se hacen a partir del Domingo 3 de Cuaresma. Son ritos de discernimiento del significado y de lo que implica ser cristiano. La palabra “escrutinio” nos suena extraño. En el catecumenado significa mirar la conciencia, reflexionar sobre la realidad del ‘pecado’ y la necesidad de ser salvados y liberados. En la práctica, lo que ayuda mucho, es la entrevista individual que se debería tener con el Catequista o el Párroco. Esta conversación no es un examen oral, para ver si la persona sabe todo de memoria, tampoco es la Confesión de pecados. Los escrutinios ayudan a ver si el proceso de formación y preparación ha sido  comprendido y asimilado. Los escrutinios tienen dos finalidades: 1) Ayudar al catecúmeno a tomar conciencia de sus debilidades, pecados para eliminarlos; 2) tomar conciencia de sus cualidades para fortalecerlas.

Las entregas: representan la herencia de nuestra fe que pasa de generación en generación. Tres entregas: 1) La Biblia, Palabra de Dios que fundamenta la fe del cristiano; 2) El símbolo de la fe o el Credo, herencia de los Apóstoles, de los mártires y de los primeros cristianos que contienen las verdades de nuestra fe; 3) El Padrenuestro, la oración y herencia que nos ha dado Jesús. Se pueden añadir otras entregas autorizadas por los obispos.

Los exorcismos: No significan ritos de expulsión del demonio, como vemos en las películas (muy taquilleras, por cierto). Son más bien ritos que piden la liberación de las consecuencias del mal en la vida, para que ella sea fortalecida por la Gracia, cuya fuente es la Pascua de Jesucristo. Por tanto, no son ritos que asustan o que dan miedo, sino que son oraciones que se hacen en las celebraciones cuaresmales o del tiempo de purificación e iluminación (leer el tema del domingo anterior). Cuando se habla del mal, no se trata solamente del pecado. El mal abarca las dimensiones de la vida (física, moral, espiritual, psicológica, social…). El exorcismo ayuda a vivir correctamente las cuatro relaciones fundamentales: 1) Con uno mismo; 2) Con los demás; 3) Con la Creación; 4) Con Dios.