«Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer» (Mt 1, 24)
Su papel fue vital, aunque su figura no sea tan mencionada. San José es el padre adoptivo de Jesús, y por tanto desde antes de su nacimiento debió encarar varias situaciones que manejó guiado por el Señor. Acoger a María como su esposa lo hizo guiado por el Señor, colocarle el nombre a Jesús, huir para salvar su vida, y regresar nuevamente lo hizo guiado por el Señor. En el camino de la fe, la obediencia es fundamental. San José, hombre justo y casto nos enseña que un hombre guiado por Dios no se equivoca. Cuidemos del verdadero espíritu de Adviento como San José, que nada nos aparte de cumplir la voluntad de Dios.
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