DÍA INTERNACIONAL DEL MIGRANTE
Es celebrado el proximo jueves 18 de diciembre, fecha instituida por la Organización de Naciones Unidas (ONU). En esta oportunidad recordamos a los migrantes, un migrante se constituye en una persona que se traslada de su lugar de residencia habitual a otro país o territorio, ya sea de manera temporal o permanente. Los motivos para migrar pueden ser diversos, pero principalmente están los motivos económicos y políticos.
Este año la Iglesia recordó la Jornada Mundial del Migrante el 29 de septiembre con el tema «Dios camina con su pueblo».
Muchos emigrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Se encomiendan a Él antes de partir y a Él acuden en situaciones de necesidad. En Él buscan consuelo en los momentos de desesperación. Gracias a Él, hay buenos samaritanos en el camino. A Él, en la oración, confían sus esperanzas. Imaginemos cuántas biblias, evangelios, libros de oraciones y rosarios acompañan a los emigrantes en sus viajes a través de desiertos, ríos y mares, y de las fronteras de todos los continentes.
El Papa Francisco ha sido un actor importante en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) desde que el tema de la migración se convirtió en uno de sus temas principales.
La JMMR se celebra cada año y fue instituida en 1914 por el Papa San Pío X. Se trata de un día para sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan los migrantes y refugiados, y para promover la solidaridad y la compasión hacia ellos.
Muchos emigrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Antes de partir de sus países de origen, se encomiendan a Él y a Él acuden en situaciones de necesidad. En Él buscan consuelo en los momentos de desesperación. Gracias a Él, hay buenos samaritanos en el camino. A Él, en la oración, confian sus esperanzas. Imaginemos cuántas biblias, evangelios, libros de oraciones y rosarios acompañan a los emigrantes en sus viajes a través de desiertos, ríos y mares, y de las fronteras de todos los continentes.
Dios no sólo camina con su pueblo, sino también en su pueblo, en el sentido de que se identifica con los hombres y las mujeres en su caminar por la historia, especialmente con los últimos, los pobres, los marginados, como prolongación del misterio de la Encarnación.
Por lo que, todos los años en la Jornada dedicada a los migrantes y refugiados, el Papa Francisco nos llama a unirnos en oración por todos aquellos que han tenido que abandonar su tierra en busca de condiciones de vida dignas. Nos llama a que sintamos su dolor y en camino junto con ellos, lo que conlleva para cada uno de nosotros una conversión de corazón y mente, para que con un espíritu renovado de comunión ayudemos a construir lazos de solidaridad para acompañar al migrante y refugiado, y reflexionar sobre nuestro servicio a la luz del Mensaje del Papa Francisco.
Oración
Dios, Padre todopoderoso,
somos tu Iglesia peregrina
que camina hacia el Reino de los Cielos.
Cada uno de nosotros habita en su propia patria,
pero como si fuéramos extranjeros.
Toda región extranjera es nuestra patria,
sin embargo, toda patria es para nosotros tierra extranjera.
Vivimos aquí en la tierra,
pero tenemos nuestra ciudadanía en el cielo.
No permitas que nos constituyamos en amos
de la porción del mundo
que nos has dado como hogar temporal.
Ayúdanos a no dejar nunca de caminar
junto con nuestros hermanos y hermanas migrantes
hacia la morada eterna que tú nos has preparado.
Abre nuestros ojos y nuestro corazón
para que cada encuentro con los necesitados
se convierta también en un encuentro con Jesús,
Hijo tuyo y Señor nuestro.
Amén.
4ta. Página hoja Dominical
Foto portada: Periódico la Jornada