DOMINGO SOLEMNIDAD INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA (CICLO C)
8 DE DICIEMBRE DE 2024
PRIMERA LECTURA: Gn 3, 9-15. 20. Pondré enemistad entre tu descendencia y de la mujer
La primera lectura narra la experiencia humana de la caída en el pecado y de sus consecuencias. La armonía original del ser humano se cambia por el miedo, por la desnudez, la vergüenza ante Dios, la tristeza y el dolor. El mal no viene de Dios, que creó al humano para que viva feliz y en amistad con Él, sino del pecado, es decir, del hecho de que el humano quebrantó el mandamiento divino, destruyendo así la felicidad para la que fue creado y la armonía con Dios, consigo mismo, y con la creación. En la descripción se utiliza un lenguaje simbólico jardín, el árbol, la serpiente para expresar una gran verdad: la desobediencia a Dios, es la causa de que exista el mal. El último versículo está lleno de fuerza y esperanza. El hombre (que no tiene nombre propio), pone el primer nombre humano: Eva. Y este primer nombre tiene un gran significado lleno de futuro, de fecundidad, de continuidad inacabable.
Dios Anuncia el castigo, también la salvación: de la misma descendencia de la mujer surgirá la victoria sobre la «serpiente»: La serpiente conseguirá herir el talón (herida que puede curarse), pero ella será herida en la cabeza (herida mortal).
SEGUNDA LECTURA: Rm 15, 4-9. «Todas esas escrituras proféticas se escribieron para enseñanza nuestra»
En esta segunda lectura se manifiesta el valor de las Sagrada Escritura, se destaca las funciones de consuelo y esperanza. Se exhorta a la concordia y oración común de alabanza. Cuando uno está contento, cosa que debería ser lo normal en el cristiano, precisamente porque cree en lo que dice la Biblia, es más fácil orar y ayudarse, alabar y dar gracias. Entonces el Apóstol Pablo en las líneas finales insiste en trasmitirnos: Consuelo, esperanza, oración, alabanza, ayuda mutua.
EVANGELIO: Lc 1, 26-38. ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo
Un día como hoy, el Papa Pío IX en 1854 declaró solemnemente el dogma de la «Inmaculada Concepción» de María: «La santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, salvador del género humano».
Por el saludo del Ángel comprendemos que la «Inmaculada» es el anuncio del triunfo de la «gracia». La palabra «gracia», en la Biblia, tiene el doble significado de «belleza» y de «favor de Dios». Su personalidad presenta una gran armonía, entre lo interior y lo exterior. María es «la llena». Llena de gracia; llena de Dios. Todo en Ella suena a plenitud. Como está llena de Dios, todo lo que hace tiene la marca de bien hecho, de lo acabado, de lo perfecto. Dios llena a María de su gracia porque le asigna un papel único e irrepetible: ser la Madre de su Hijo único. Por eso, María se convierte en el modelo de cómo Dios puede cambiarlo todo (1,46-53): de una humilde virgen hace una figura extraordinaria para todos los pueblos.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
Reviso mis actitudes ante Dios a partir de las que me muestra María: ¿Qué puedo imitar de Ella?
¿Cómo vivo y expreso la ternura de Dios con las personas que me rodean?
Hoja Dominical «Día del Señor»