Las lecturas de este tercer domingo de Adviento nos llaman a una conversión profunda que transforme nuestra relación con Dios, con los demás y con la Creación. Abramos el corazón para actuar con esperanza, preparando el camino del Señor con obras que restauren la armonía de toda la creación, profundicemos:
PRIMERA LECTURA
La profecía de Sofonías 3, 14-18a nos llena de esperanza al mostrar a un Dios que renueva y transforma con su amor, alejando todo temor y trayendo alegría a su pueblo. Además, nos invita a reconocer que el Señor está en medio de su creación, llamándonos a vivir con gratitud y compromiso hacia la casa común. La exhortación a no temer y a no desfallecer nos anima a tomar acciones concretas para cuidar el planeta, enfrentando los desafíos ambientales con valentía y confianza en la fuerza renovadora de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
El texto de Isaías 12, 2-6 en el Salmo nos impulsa a reconocer la presencia amorosa de Dios en medio de la Creación, que nos invita a contemplar su grandeza y a responder con gratitud y cuidado hacia nuestra casa común. Sacar «agua con alegría de las fuentes de la salvación» nos recuerda que la naturaleza es un regalo divino que debemos proteger y compartir con justicia. Aclamar al Señor con alegría por sus obras grandiosas nos anima a proclamar, con nuestras palabras y acciones, la importancia de cuidar la tierra, promoviendo la sostenibilidad, la justicia ambiental y el respeto por toda forma de vida.
SEGUNDA LECTURA
La exhortación de Pablo a los filipenses 4, 4-7 nos invita a vivir en alegría, bondad y oración constante, reconociendo la cercanía de Dios en nuestras vidas. Alegría que se convierte en un llamado a cuidar la creación como expresión de nuestra gratitud al Creador. La bondad que debe ser conocida por todos nos impulsa a actuar con responsabilidad hacia el medio ambiente, promoviendo prácticas sostenibles que beneficien a toda la humanidad. Presentar nuestras peticiones con acción de gracias nos recuerda la importancia de valorar los dones de la naturaleza y trabajar por su preservación.
EVANGELIO
El Evangelio de Lucas 3, 2b-3.10-18 nos presenta a Juan Bautista como un mensajero que llama a la conversión y a la justicia, una invitación que también interpela nuestra relación con la creación. Este llamado a compartir túnicas y alimentos, la interpretamos a evitar la explotación y a actuar con integridad, que resuena como un llamado a un uso solidario y responsable de los recursos naturales. Juan Bautista nos enseña que el cambio comienza con actos concretos de justicia y generosidad que beneficien a los demás y al planeta.
A MODO DE CIERRE
En este domingo, la Palabra de Dios nos inspira a abrazar una conversión integral que renueve nuestra relación con Dios, con los demás y con la creación. Este cuidado no es solo un deber, sino una expresión concreta de nuestra fe y gratitud al Creador. Como nos recuerda el Papa Francisco: «Un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente» (Laudato Si’, n. 49). Que esta reflexión nos impulse a actuar con generosidad y compromiso, preparando un mundo más justo y armonioso como respuesta al amor de Dios.
Por E. Marcial Riveros Tito