17 de noviembre 2024
EVANGELIO: Mc 13, 24-32. Congregara a sus elegidos, desde los cuatro puntos cardinales. El Evangelio de este domingo habla sobre las cuestiones finales. El sol, la luna, las estrellas, todas las divinidades paganas, con todo lo que significan, entrarán en crisis, se oscurecerán. La llegada gloriosa del Hijo del hombre significa su triunfo sobre ellos (v 26). La imagen del sistema cósmico que se desmorona es signo de la liberación y de la salvación, más allá de la angustia y frustración (v 27). La higuera ofrece la clave para su interpretación (v.28).
El Hijo del hombre representa la plena y total liberación; encarna la esperanza, el advenimiento y la consolidación de los valores auténticos. La competencia del Padre respecto al día y a la hora evidencia su amor para con los discípulos y su relación paternal con todos ellos, que serán congregados de donde sea que se encuentren.
La llegada del Hijo del hombre (13,26), así como «el día aquel», por un lado, no es un acontecimiento único y, por otro, tampoco es propiamente el fin, sino que se va realizando en la historia (personal y colectiva): cuando vean suceder estas cosas (v 29). No se trata del fin de la historia, sino de los «dolores» o «angustias» que le preceden, en la perspectiva del «alumbramiento». Por eso, lo importante, más que en conocer el momento y la fecha del cuándo sucederá, radica, fundamentalmente, en saber que se está en buenas manos, en las manos del Padre. Por tanto, podemos fiarnos plenamente en su amor, en su omnipotencia, en su soberana misericordia y bondad.
CANTO DE ENTRADA
ACTO PENITENCIAL
GLORIA
SALMO RESPONSORIAL 15, 5. 8-11
CANTO DE LAS OFRENDAS
SANTO
CORDERO
CANTO DE COMUNIÓN
CANTO FINAL