En este año dedicado a la oración, en nuestras parroquias o comunidades laicales, debemos alentar e invitar a los jóvenes a fortalecer su encuentro con Dios por medio de la oración, aquí les invitamos a reflexionar y tener presente algunas propuestas:
<<Habla, Señor, que tu siervo te escucha» (1Sam 3,9): el camino para comprender la voluntad de Dios.
La juventud es un tiempo pasajero importante. […] Si es verdad que la relación entre los jóvenes y la oración puede parecer un tema delicado, no se puede no reconocer que, si son acompañados con atención y entusiasmo, muchos jóvenes muestran un interés y una participación sorprendentes.
Un camino de oración con los jóvenes no puede no tocar también sus dudas e interrogantes sobre los afectos y relaciones, sobre los miedos y deseos. Precisamente el silencio y la intimidad de la oración pueden constituir el espacio donde cuenten al Señor lo que llevan en el corazón y recibir de Él palabras de vida: «si entras en amistad con Él y comienzas a conversar con Cristo vivo sobre las cosas concretas de tu vida, esta será la grande experiencia, será la experiencia fundamental que sostendrá tu vida cristiana>> (Christus vivit 129).
Eventos y encuentros para involucrar a los jóvenes en la oración:
Se pueden proponer momentos sociales de encuentro con los jóvenes para orar juntos antes de dedicarse a las variadas actividades del día (oración de laudes por las mañanas, leer el evangelio de día, breve momentos de adoración) […] confiándolas a los jóvenes, de manera que se puedan reforzar las oraciones y todos puedan hacer propias las intenciones de los demás.
Los jóvenes tienen necesidad de ver y tocar, haciendo experiencias tanto compartidas como en primera persona. En este año, se podría, antes que nada, preparar o dar relevancia a los lugares de la oración. Además, en los puntos de reunión del centro juvenil, en el oratorio o en la sede del grupo (parroquia). ✔En diversas parroquias y grupos de formación se tiene que ir difundiendo la experiencia de la «semana comunitaria». […] Además del ejercicio de la vida fraterna y del servicio, estas experiencias pueden ser una óptima ocasión para introducir a las nuevas generaciones a la oración: Lectio, Liturgia de las Horas, Adoración.
Se trata de un camino continuo que, en etapas, profundiza en forma de oración y con un lenguaje adaptado a las generaciones jóvenes un personaje bíblico o una temática vocacional.
También, suscitan mucho interés entre los jóvenes las peregrinaciones a pie hacia los grandes santuarios o las caminatas en la montaña o en la naturaleza. La contemplación de la creación y el ritmo del camino abren fácilmente el corazón al estupor, a la alabanza, al agradecimiento.
Ofrecer también a pequeños grupos de jóvenes la responsabilidad de hacerse presentes y colaborar en algunas actividades tradicionales de la comunidad como las que se realizan en ocasión del viernes primero del mes o para el Via Crucis, así como para el rezo del Rosario o de las Visperas.
Actualmente son numerosas las app y podcast que ofrecen contenidos formativos sobre la oración o cápsulas cotidianas sobre el Evangelio del día: estos instrumentos hacen posible un preve llamado a la oración en la vida de cada día, en los transcursos diarios hacia el lugar de estudio, de trabajo o de paseo.
(Fuente: Enséñanos a Orar).
Hoja Dominical «Día del Señor»