27 de octubre 2024
EVANGELIO: Mc 10,46-52. Maestro, que yo pueda ver.
El proceso de discipulado está marcado por la escucha de Jesús, su acogida, el grito de fe, la superación de obstáculos. A menudo, en el camino hacia Jerusalén, los discípulos han mostrado su dificultad para comprender a Jesús y su camino, lo siguen llenos de temor, quieren los mejores lugares. En cambio, el ciego proclama: «Jesús, Hijo de David», suelta el manto para incorporarse exultante, sigue a Jesús camino de Jerusalén. El ciego aparece como el ejemplo de discípulo. Se informa sobre Jesús, vence las dificultades de acceso, deja lo que tiene, sigue a Jesús hasta Jerusalén, el lugar de la crucifixión. Ha pasado de la tiniebla a la luz, del borde del camino al interior del camino, de sentarse pasivo a la espera de una limosna a levantarse dinámico, dueño de su propia vida.
CANTO DE ENTRADA
ACTO PENITENCIAL
GLORIA
SALMO RESPONSORIAL 125, 1-6

CANTO DE LAS OFRENDAS
SANTO
CORDERO
CANTO DE COMUNIÓN
CANTO FINAL