Encuentros de formación misionera en torno a Hechos de los Apóstoles
Texto: Hechos 13,1-5
En la iglesia de Antioquía había profetas y doctores: Bernabé, Simón el Moreno, Lucio el de Cirene, Manaén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. Un día, mientras celebraban la liturgia del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Sepárenme a Bernabé y a Saulo para la misión que les he encomendado. Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los despidieron. Enviados, pues, por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo bajaron a Seleucia, y de allí se embarcaron rumbo a Chipre. Llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Llevaban con ellos a Juan como ayudante.
Estudiando y meditando
El contenido central de kerigma proclamado por los testigos, por los enviados, es la persona de Jesucristo, particularmente el acontecimiento de su Resurrección. Algunas características del anuncio:
– Los enviados subrayan los milagros, signos y prodigios que Dios realizó a través de Jesús.
– Los enviados insisten en la proclamación de la Pasión y Muerte de Jesús, destacando que fue resucitado por su Padre.
– Los enviados muestran la significación mesiánica de estos acontecimientos salvíficos realizados en Cristo, mostrando que son cumplimiento de lo anunciado por los profetas.
– Los enviados invitan con autoridad y respeto a la conversión como una llamada a abandonar los ídolos y a rechazar el pecado, volviéndose por la fe a Cristo. Conversión implica dedicarse a Dios, consagrarse a Cristo, ponerse a su servicio.
– Los enviados entienden la evangelización desde una dimensión esencialmente comunitaria. No sólo porque suelen ir “de dos en dos”, según el mandato de Jesús. Sino también porque saben que la comunidad es la responsable de la misión, de su envío como testigos de la Resurrección.
Profundizando
“Hoy más que nunca la humanidad, herida por tantas injusticias, divisiones y guerras, necesita la Buena Noticia de la paz y de la salvación en Cristo. Por tanto, aprovecho esta ocasión para reiterar que “todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”. La conversión misionera sigue siendo el objetivo principal que debemos proponernos como individuos y como comunidades, porque ‘la salida misionera es el paradigma de toda obra de la Iglesia’” (Papa Francisco, Mensaje DOMUND 2023).
Reflexionemos
¿Qué rol ocupa el envío de los testigos como testimonio personal y eclesial de la Buena Noticia de Dios en nuestras Diócesis y parroquias?
¿Qué elementos podemos enumerar que evidencien que el mejor testimonio de Cristo, el mejor anuncio de su resurrección, es siempre la vida de los enviados que brota de la vivencia comunitaria de la fe, la esperanza y el amor?
Celebrando
Leemos nuevamente el texto bíblico. Después de un momento de silencio, compartimos la frase del texto bíblico que más nos llama la atención y cómo la asumimos en nuestra vida.
- Oramos:
Señor llámame
Señor, despiértame, llámame, sácame de mi mundo.
Que no me invente más historias para justificar que no me muevo, que no reacciono.
Que abra mi alma a lugares que no sé dónde están, a culturas que no conozco,
a seres humanos que me necesitan casi tanto como yo a ellos.
Ponme en camino hasta esas personas que me esperan, porque sueñan con alguien
que pueda hablarles de Ti;
de un Padre bueno, compasivo, de verdad, no como los dioses de los hombres.
Señor, dímelo también a mí: “Sal de tu tierra”. Amén.
- Se hacen peticiones espontáneas.
- Cada uno expresa un compromiso de vida.
Preparando el próximo encuentro
En el próximo encuentro reflexionaremos en torno a Hechos 5,12-16, sobre presencia del Resucitado que fecunda la misión.
Por: María Beatriz Castro Mojica